Ana Paula Scarpecci
20/05/22 16:43 | Locales
La sociedad nos plantea una diferencia respecto a lo que debemos ser y no ser. Con organizaciones e imposiciones nos formamos como sujetos, rigiéndonos con estereotipos con los que es difícil romper. No obstante, siempre es bueno y necesario mantener ciertos límites para encuadrar y para que sea necesario un orden. El poder repensar qué desarmar y qué construir es la base de crecimiento, no rompiendo todo, sino reevaluando qué es lo que sirve y qué no.
La psicóloga Ana Paula Scarpecci, se refirió a este tema: “Uno se construye a partir de la imagen del otro, que tiene que ser de alguna manera. No hay que ser un espejo de eso tal cual, sino que se puede definir como eso en lo que no se es igual al resto. Hay una identidad que se va forjando en la adolescencia, en donde se integra y se rechaza. Por eso es sumamente importante una enseñanza consciente, que no implica estar todo el día pensando en qué decir o no decir, y que todo le influye. Esto sería muy agotador. Pero si hay que tener parámetros generales para educar, acordando con los demás adultos”
Ser parte del rebaño no está mal siempre, porque a veces hay comunidades y uno puede ser parte sin dañar a los demás. Todos queremos ser especiales y sentirnos únicos, pero el problema está cuando esto se torna no saludable: “Hay que pensarlo en términos inclusivos, y entonces lograremos que la diferencia nos hace especiales dentro de la comunidad. Somos seres gregarios. Uno siempre necesita del otro para resolver cuestiones, para sentirse parte, para crear cosas y para compartir”, finalizó Ana Paula.
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