Padre Javier Perelló en la Iglesia San José
12/06/22 11:00 | Locales
'Las personas nos relacionamos con gestos, palabras, caricias y palabras. Muchas veces nos enojamos con Dios, como adultos, porque nos relacionamos con él como con las personas. Dios acepta esto, porque eligió relacionarse con los hombres de manera personal. A veces estamos medio tibios, sin ganas de amar a nadie, aunque tenemos esa capacidad.
La relación de Dios con nosotros es hermosa. Tenemos que aprender mucho de la comunidad de las tres personas: padre, hijo y Espíritu Santo. Algo la hace muy bella, primero porque son Dios, pero también por el amor que se tienen.
Debemos saber que toda comunidad humana no es importante por las cosas que realizamos, por nuestros triunfos, ni por nuestra riqueza o pobreza. Lo que la hace plena es el amor entre los unos y los otros. También el perdón. La reconciliación. Es fundamental. Si soy perdonado, encuentro ese perdón en la comunidad. No nos dan ganas de estar en estos lugares.
La Santísima Trinidad tiene esta capacidad de amarse mutuamente, pensando y reparando en los otros. Son capaces de crear, porque el amor crea, une, afianza, protege, custodia, sana y alimenta. Esto es lo que debemos aprender hoy de Dios en sus tres personas: nuestra capacidad de amar. Esto es lo que Dios nos pide. Amar para ser amados, y perdonar para ser perdonados. Esto lleva la comunidad humana a la plenitud, como hijos de Dios que vivimos como imagen suya'
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