Iglesia San José, General Lagos
26/06/22 11:29 | Locales
“Somos libres para hacer muchas cosas y también para dejar de hacer otras: el bien y el mal. Esta libertad está condicionada siempre por algunas otras cosas, actitudes, prejuicios, revanchas, diferencias, que limitan actitudes maravillosas que hacen al amor. Cuando nos ponen condiciones para hacer ciertas cosas de chicos, y también de grandes, a veces es para cuidarnos, pero a veces ponemos condiciones para dejar de hacer el bien”
El odio y la bronca nos condicionan: para hacer las malas no queremos límites, y para no hacer las buenas nos justificamos. Nosotros en la vida siempre tenemos la posibilidad de enojarnos. Muchas veces queremos evitar esto que nos impide hacer las cosas bien. Un ejemplo para los más jóvenes sería pensar en cuando nos gusta alguien o estamos enamorados, pero no se lo decimos por el miedo a que se nos rían. Esto nos condiciona. Ahora de grande, muchas veces nos arrepentimos de estas cosas, y el tiempo a veces parece que nos pasa factura. Nos ponemos a pensar por qué hicimos las cosas de esta manera, o por qué dejamos de hacerlas.
Condicionados por el miedo, no nos animamos a decir y hacer cosas buenas, y con el tiempo el corazón se pone triste. Lo mismo le pasaba a Jesús, que a su vez siempre nos da esta oportunidad de elegir. Lo que no quiere es que le den condiciones para amar, y siempre toma la mejor decisión, que es seguir queriéndonos. Nos queda tiempo para decidir y para seguir amando, pero debemos aprovecharlo”
Notilagos
