Ana Paula Scarpecci en el informativo 'Diario de la Mañana'
19/08/22 17:14 | Locales
La subjetividad es algo que se va construyendo sobre el cuerpo. La orientación o la identidad sexual no son algo que está determinado específicamente por cuestiones físicas, a diferencia del sexo, que sí viene dado por lo biológico. En este sentido, según explicó la psicóloga Ana Paula Scarpecci, a veces, el cuerpo termina siendo el síntoma en donde lo físico se manifiesta, porque se pone en juego una energía psíquica que detona esto, expresando inquietudes y malestares: es decir, se somatiza:
“Es como cuando dicen que el cuerpo pasa factura. La mente es parte del sujeto, y no algo externo. Es imposible una cosa sin la otra. No se puede tener mente sana sin cuerpo sano y a la inversa. Hay corrientes que desde hace mucho lo entienden así. Una cosa no es sin la otra. A veces hay competidores que están súper preparados, y terminan con una mala pasada en su rendimiento por otras cuestiones, porque la cabeza no está bien atendida. En otros casos, se les mete demasiada presión a los deportistas, desde chicos, solamente entrenando el cuerpo”, explicó.
Según mencionó Ana Paula, hay que cuidar el cuerpo sin descuidar la salud mental. Esto puede llevar a trastornos graves. Es una cuestión compleja, y hay que abordarla con seriedad: “Tiene que ver con cierta ideología también. Nosotros somos uno de los países con más presión estética, y con más trastornos alimenticios. No es un detalle menor, pero por eso siempre digo que la educación se hace entre todas las instituciones. Si un Club, por ejemplo, incita al deporte sólo como rendimiento físico, y no inspira hábitos para una vida saludable, entonces hay una pata que falla en ese lugar. En las escuelas, para poner otro ejemplo, enseñan que siempre se debe usar la cabeza para aprender, pero el cuerpo no se piensa en ninguna materia”, analizó la experta
Para que haya salud mental, debe haber salud del cuerpo, y para que haya salud del cuerpo, debe haber salud mental. Son muchas las cosas que se deben repensar, a nivel ideológico, institucional y personal, trabajando sobre los ideales de belleza hegemónicos establecidos, con otros lugares sobre los que siempre hay que volver a educar.
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