Ana Paula Scarpecci, Psicóloga
23/09/22 10:24 | Locales
Los niños atraviesan su proceso de constitución subjetiva siempre en relación con los adultos y con su alrededor. Se pueden pensar dos niveles de análisis: el imaginario, que pone al otro como referente en la educación como especie humana, y el simbólico, que tiene que ver con la palabra, con las creencias, con lo dicho y con el lugar en el que se incluye a ese niño, y la cultura en la que se desarrollará. La psicóloga Ana Paula Scarpecci se refirió a este asunto, desde una mirada profesional:
“Cuando el niño nace, se va constituyendo en partes. No somos un cuerpo o una mente y una subjetividad. Somos un todo, y no hay una parte sin la otra. Todos estamos atravesados por el patriarcado, y en esta misma cultura hay hechos y creencias compartidas, y esto se transmite a través de estos discursos. Tiene que ver con el campo de lo simbólico, en donde se pasan de generación en generación estas idiosincrasias, estas costumbres que el pueblo tiene, que permiten a la vez formar rasgos comunes, pero también diferenciarnos del otro. En este sentido, uno es como el otro, pero a la vez se diferencia del otro”
¿Qué pasaría si solamente formamos parte de una ideología, cerrados a la cultura de nuestra familia núcleo? Sería algo trágico y peligroso. Hay cuestiones que hacen que una hegemonía se reproduzca, y uno puede elegir en dónde pararse. La realidad es que si todos compartimos una cultura, tendremos mucho en común con el de al lado, pero la deconstrucción siempre debe ser a nivel grupal
En cada espacio que uno habita, deja algo y recibe algo. Al identificarnos con algún grupo, como por ejemplo un espacio institucional, tomamos características del grupo, pero siempre vamos a presentar alguna diferencia. Hay que pensar que son necesarios algunos acuerdos básicos en cualquier sociedad, porque si cada uno se rige por lo instintivo, todo sería muy caótico. Por otro lado, si solamente hubiera una sola línea, no habría otras formas de organización. En lo individual, tenemos que tener en cuenta que no todas las personas recorren el mismo camino, ni son iguales. La experiencia es diferente. Somos todos diversos”
Notilagos