Ana Paula Scarpecci, Psicóloga
31/10/22 11:01 | Locales
El autocuidado es sumamente importante. El poder reconocer el cuerpo propio que hace a la salud física, mental y sexual. Somos seres integrales, con cuerpo y mente, y con deseos. Hay que conocerse como para detectar cuando algo no funciona como usualmente debe hacerlo. Es parte de la construcción subjetiva de cada uno. Cuando algo no funciona como lo viene haciendo, hay que consultar con los profesionales correspondientes, dependiendo de cada área. Hay que perderle el miedo a la consulta. La psicóloga Ana Paula Scarpecci abordó este asunto, con una mirada profesional:
“Es importante la consulta cuando notamos que algo está cambiando. Aprender a estar atento a las señales, que a veces pasan desapercibidas. Por ejemplo, la depresión: el tener menos hambre, más sueño y menos voluntad de hacer cosas. Pero si estoy cambiando mi estilo de vida y las cosas que me gustan porque el cuerpo no me da, hay que hacer una consulta para ver qué sucede. En estos casos, los síntomas son más sutiles que con algunas otras cosas. Hay una amplia gama de enfermedades psicosomáticas que tienen que ver con un origen diferente al biológico. Aún así, muchas veces no se define por causa y consecuencia simplemente, sino que hay muchos factores. Es multicausal, y el cuerpo lo expresa. Es la famosa somatización, que sucede cuando algo no se elabora y el cuerpo hace síntoma con eso.
Es muy importante la consulta y también poder abordarlo desde lo psicológico a veces. Es una forma de responder al conflicto y de poder trabajarlo. Mientras sigamos viviendo a este ritmo, y sin resolver algunas cuestiones, aparecerá cada vez más esta cuestión, en elementos como el estrés, tan común hoy por hoy. Lo que en otro momento eran las enfermedades de la época no son usuales ya, pero nos encontramos con esto, porque no se le permite al cuerpo evolucionar acorde a este estilo de vida.
El estrés en sí es algo bueno, porque nos prepara para llevar a cabo algunas cosas ante situaciones, como conflicto, luchas, y situaciones complicadas. Es algo animal del cuerpo, por decirlo de alguna manera, un mecanismo de defensa para sobrevivir. El problema es cuando se vuelve crónico o se acentúa demasiado. Hay que ver si en realidad es estrés. Puede provenir de una obsesión desmedida, o porque dejamos todo para lo último. Obviamente, a medida que una fantasía se torne más concreta, se vuelve más real y esto aumenta la tensión.
Hay que diferenciar que cualquier proyecto que uno emprenda en la vida, conllevará a ciertos miedos, incertidumbres y temor al fracaso. No podemos tampoco quedarnos en donde estamos y no buscar avanzar para no estresarnos. Hay que encontrar un equilibrio. Realmente son mis tiempos, y tengo que manejarlos en mi vida”
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