Lucrecia Vanelli: de directora a supervisora

Un gran paso, más que merecido por su trayectoria

15/12/22 16:28 | Zonales

Lucrecia Vanelli ha dado un gran paso en la localidad de Pueblo Esther. Este un reconocimiento a tantos años de servicio y a su enorme vocación docente. Además de toda la responsabilidad que ha tenido durante tanto tiempo de trabajo en esta escuela, en la que trabajó durante treinta y un años. Sin embargo, como ella dijo, el mundo sigue su movimiento y evolucionando para bien, porque no hay que enquistarse en ningún lugar:

“Me voy con la felicidad de la cosecha, y con la bendición se sentirme querida por toda una comunidad y por la localidad de Pueblo Esther, que desde la mañana me dan saludos y charlas. Muy querida también por los compañeros y alumnos, que muchas veces no coinciden en algo, pero esto no quiere decir nada. El vínculo está bien fortalecido”

Lucrecia se da el lujo de darse por la puerta grande. Ahora va a dejar un muy buen equipo en general, de primera para poder proseguir con su trabajo: “Somos uno, sin divisiones. Todo se trabaja para la institución. Cuando miro para atrás, veo a muchas personas en la escuela de General Lagos, cargadas de ilusiones, de proyectos que se han concretado. Muchos exalumnos. Algunos profesionales, y otros simples trabajadores, pero padres de familia responsables, lo que no es nada fácil ni cosa menor. Hay que dar mucho amor, porque es lo que necesita la sociedad. Vivir sin odio y sin rencor”

Lucrecia Vanelli no se jubila pero no vuelve. Ella se merece este cambio, por tantos años de trabajo, de reconocido sacrificio y de amor por la institución y por la educación. Por eso agradeció: “Era un pueblo muy chico, con diez alumnos que terminaban quinto año. Hoy somos una gran familia. Me llevo toneladas de muy buenos recuerdos, y la mejor música del alma, para seguir trabajando en lo que me apasiona, que es la educación. Seguiré trabajando, con toda la fuerza y el empuje, por mi Argentina, esa sociedad que tanto nos necesita. Los voy a extrañar, porque hemos formado vínculos realmente sólidos, que no se olvidan de un día para el otro. Se va la directora, pero Lucrecia se queda, porque es la amiga, la profesora de historia, y esa que va a estar cada vez que lo necesiten. Estarán siempre en mi corazón”, finalizó Lucrecia