26/12/22 10:07 | Locales
El vivero “Estación Verde” realizó un balance anual que resultó positivo, teniendo en cuenta que fue el primero luego de la Pandemia. Con un montón de desafíos cumplidos, con talleres extraordinarios y de trabajos con las escuelas y con los vecinos, Valentín Mascó, quién está a cargo de este espacio natural, realizó una recapitulación te todo lo realizado durante el año:
“Hay un taller que seguimos teniendo, y que no queremos cortar. Lo damos los días lunes. Es el de plantas nativas. Es recreativo, libre y gratuito, y la gente puede venir y participar sin necesidad de anotarse. Se propone trabajar de manera conjunta para multiplicar ejemplares nativos, especies de interés para a recomposición lenta y minuciosa del ecosistema. Conseguimos semillas nativas y las vamos transplantando, para que vayan quedando disponibles como arbolados públicos, y así contribuir desde nuestro lugar para el cambio climático. Actualmente lo realizamos de 16 a 18:0 Hs
También hemos tenido muchos talleres, como el que realizamos para la elaboración de cremas y de shampoo. Esto ya es tradicional, y se realiza con los extractos y las tinturas madres que tenemos acá. Tenemos algo disponible en stock como para vender luego. Es de muy buena calidad, y le es muy útil a la gente. Esto nos motiva para seguir desarrollando estos talleres, que aparte son gratuitos
Estuvimos trabajando mucho con las escuelas durante el año. Tuvimos la suerte de trabajar con tres niveles. Con el inicial tuvimos muchas experiencias lindas durante el año. Como eran muchos chicos, el cierre lo realizamos de manera paulatina. Varios cierres. Con los de tercero y cuarto año de secundaria realizamos una encuesta, que yo siempre suelo hacer, en donde cuatro o cinco preguntas debían ser respondidas de manera anónima, dando su opinión más sincera acerca de lo que fueron los talleres. Las respuestas se procesan para mejorar en lo educativo
“Tratamos de acompañar todo el año a los vecinos con la provisión de semillas, con el asesoramiento para la producción propia. Aún tenemos semillas para dar, así que quién quiera que se acerque. Tienen muy buena fertilidad. También tenemos plantines que quedaron, porque yo sigo haciendo como para tener variedades disponibles. Vamos trabajando codo a codo con los vecinos y vecinas para mejorar cada día
Un año muy productivo, a pesar de las sequías y de los efectos agobiantes del calentamiento global. Tenemos la posibilidad y las herramientas para producir alimentos sanos, seguros y accesibles. En ese camino estamos. La idea es tratar de explotar este espacio, acercando a los vecinos a esta actividad tan linda y tan elemental. Es cuestión de trabajar el suelo y ver cuáles son las posibilidades y soluciones. Esto es sumamente útil, para el cuidado del medio ambiente, para el consumidor y para el bolsillo. Uno va mejorando lo que hace, y una vez que uno comienza a producir lo suyo, en un prueba y error, difícilmente quiera volver a comprar algo comprado, porque es muy diferente. Todo es para un consumo más responsable
El Vivero no se cierra nunca. Una de las metas más importantes que se fijaron es un trabajo conjunto con las diferentes instituciones
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