Padre Javier Perelló en la Iglesia San José
01/01/23 8:45 | Locales
El sacerdote pone sus manos y dirige la palabra a su pueblo. Esto ya estaba en el antiguo testamento. Asi bendecia Dios a su puedo. Con el tiempo, esa misma palabra y gesto tomó la forma de sús, que toca nuestras vidas por medio de la palabra y de una acción. Es el sacerdote que llegó para bendecir todo lo que toca, dejándonos, por ejemplo, el bautismo y los sacramentos, en los que él interviene.
Luego, llegó a María y, a través de su presencia tan pura, llegó hasta nosotros. Siempre nos traerá esta bendición en adelante, par que podamos caminar en paz y felices, contando con su presencia junto a nosotros, predisponiendonos al diálogo con él.
Dios es amor, nuestra esperanza, y nuestra Fe debe centrarse solamente en él y en el corazón de Jesús. No debemos olvidar esto. Deseo que en este año nuevo, podamos vivir de esta manera, olvidando aquellas cosa que no tienen sentido, que nos opacan y no nos ayudan a vivir como su madre y como san Jose, su presencia y su bendición en nuestras vidas'
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