Iglesia San José, General Lagos
19/02/23 9:27 | Locales
“En estos últimos domingos venimos escuchando el gran discurso del monte. Mateo los divide en cinco: primero las bienaventuranzas, luego el de la sal y la luz de la tierra, después el de la justicia del amor. Hoy continúa esto, que parece el más importante, Jesús pone como unas pautas de vida, como alguien que enseña, con todos sentados alrededor. Se dirige a quien lo quiera seguir y acompañar, viviendo de acuerdo a su propuesta.
Va presentando contradicciones y cosas muy humanas, superando la ley, y lo que naturalmente nos sale hacer, como una lógica común, que consiste en devolver lo que nos hacen los demás: si los demás me pegan o me agreden, por ejemplo, respondemos de la misma manera. Y así es cómo nos va. Jesús propone algo nuevo y superador. No es sólo una cuestión de esfuerzo. El trasfondo es que todo su programa, lo que nos presenta y que él llama el Reino de Dios, se basa en reconocer que tenemos un padre en común. A eso vino Jesús, a presentárnoslo. Esta es la fuente, la fuerza por ala que puedo superar mi primer impulso, lo que me sale naturalmente, y lo que la ley dice, poniendo la otra mejilla y respondiendo bien, aunque nos hayan dado mal.
La mirada nuestra debe estar puesta en esta propuesta: el padre misericordioso que siempre perdona, haya hecho lo que haya hecho. Mis hermanos pueden resultar pesados con sus acciones y con sus palabras, pero debemos tomar ese ejemplo, porque todos somos hermanos e hijos de un mismo padre, y debemos reconocernos así, aunque no pensemos igual y no coincidamos”
Notilagos