Domingo de Ramos en General Lagos
02/04/23 10:00 | Locales
'El evangelio de Juan nos habla sobre el amor de Dios para cada uno de nosotros. Amor que se derrama, que no pide nada a cambio, que no es interesado, que nos trasciende, nos abraza y nos impulsa a ser mejors seres humanos, y mejores cristianos seguidores del señor. El puro amor de Dios que atraviesa todo, sin mérito de nuestr parte.
Dios comenzó a caminar con el pueblo desde los comienzos, en el antiguo testamento. Se mostró en epifanía, habló naaatraves de los profetas, pero el pueblo cerró su corazón. Realizó atajos y caminos paralelos. Lo mismo
hacemos nosotros. Ni debemos sorprendernos, porque hacemos lo mismo a veces: cerramos el corazón. O tenemos cosas más importantes en la vida. Mientras, Dios espera, Dios tiene paciencia y no castiga. Nunca hay que decir esto. Los que nos castigamos somos nosotros, cuando nos privamos de él, nos ponemos en ese lugar.
Cielo e infierno no son espacios físicos, sino estados del alma. El infierno es estar sin Dios, y a veces estamos en él. Por el contrario, el cielo es dejarnos llevar por el amor de Dios, de esto que nos eleva y nos ha enseñado libres. No nos aprisiona ni nos hace egoístas. Más nos acercamos a Dios, más conocemos nuestros límites y nuestros pecados, y más comprendemos que nos hace libres y mejores personas.
La segunda lectura es lo más fuerte. Dios se hizo nada por nosotros. ¿Qué hacemos nosotros por él? Estamos fallando muchísimo en la parte humana, y sobre eso se construye la religión. No se trata sólo de leyes y costumbres, porque ¿de qué vale ser católico y no cuidar de mis hermanos?
Esta celebración abre las puertas de la Semana Santa. Tratemos de mejorar y de vivir en consonancia con esto'
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