Iglesia San Jose
01/05/23 19:01 | Locales
La idea de pastores y ovejas, para nosotros, es anacrónico. Está fuera de lo común en nuestra época, pero si lo bajamos a nuestra realidad, pensamos en que nosotros también debemos pastorear, con nuestro ejemplo, conduciendo a las ovejas que tenemos a nuestro cuidado, en primer lugar, familia, hijos y parientes, con el ejemplo. No es solamente el sacerdote, la religiosa y el papa los que son los pastores. Todos debemos hacerlo. Vivimos y encarnamos el evangelio en nuestra vida.
El pastor sería el que no es asalariado, porque a este no le importan las ovejas y huye cuando ve venir al lobo. A Jesús le importamos muchísimo, porque le costamos muy caro: su propia sangre derramada por cada uno de nosotros, por nuestra salvación y liberación. Esta imagen es muy linda, y también hay ovejas negras, que se olvidan de su pastor. Pero este jamás se olvida de nosotros, velando especialmente por esas que están perdidas y alejadas, con esa Fe líquida que está instalada ahora. Hay que tener cuidado con esto, y hay que solidificarla en el encuentro con el buen pastor resucitado, con la oración, la eucaristía, la lectura de la biblia y el sacramento de la reconciliación. Todo esto solidifica y fortalece nuestra Fe. De lo contrario, se irá apagando, y es algo que se tiene que encender día tras día.
Si consideramos la primera lectura, en el episodio del sueño de Pedro, con el mantel que bajaba, en que se demuestra que no tenemos que llenarnos de prejuicios, de ritos vacíos. Más bien hay que ir a la esencia, que es el encuentro personal con el buen pastor resucitado. Esta es la esencia del cristianismo. Hay que buscar a Jesucristo resucitado.
Hoy que recordamos a San José obrero, que es el ejemplo mismo del hombre prudente, y la prudencia es la madre de todas las virtudes. Primero se peca con la imprudencia. Otra cosa: era el hombre del silencio fecundo. Preguntaban si Jesús no era el hijo del carpintero: ni siquiera lo nombran. Prudente, fiel, leal y del silencio: abierto a la gracia de Dios. Trabajador también, y ejemplo para todos los que trabajan. Esto es lo que hay que pedir especialmente: trabajo, porque esto dignifica a la persona, y lo estamos olvidando muchísimo, lamentablemente
Finalmente, recordamos a San Peregrino, para que interceda por todos nosotros y nuestras enfermedades, especialmente con el cáncer, que es tan difícil y que causa tantos dolores en nuestras vidas. Que sepamos sobrellevarla y también acompañar a los que la padecen”
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