Norberto y su estación: treinta años de servicio  ininterrumpido

Norberto y su estación: treinta años de servicio ininterrumpido

La estación de servicio 'El Triángulo' cumplió treinta años en General Lagos

A cargo de Norberto Scarpecci, con un servicio exclusivo y sin interrupciones

05/06/23 12:04 | Zonales

La estación de servicio “El triángulo” cumplió treinta años en General Lagos. Un aniversario muy especial para este negocio familiar, que comenzó siendo construido a pulmón, trabajando día y noche sin descanso, y que actualmente funciona también como bar:

“Me siento orgulloso de haber trabajado de domingo a domingo, de lunes a lunes. Pasaron muchas cosas, como en cualquier negocio. Hemos pasado cosas dificilísimas, pero a pesar de cualquier cosa, rescato todo lo bueno. Quiero agradecer a clientes y amigos que me aguantaron y pasaron un momento con nosotros, especialmente los clientes. Sabemos que es una estación de pueblo, y anécdotas nos sobran”, explicó su dueño, Norberto Scarpecci.

Norberto recordó cuando fue víctima de una gran estafa, lo que lo llevó a una gran depresión económica hacia el año 2004. Para entonces, no daba para más, pero entonces recibió la ayuda de dos amigos: “Uno de ellos apareció y me ofreció plata para seguir trabajando. En un principio no quise. Luego al parecer, él habló con el primo y le comentó. Entonces vino y me ofreció dinero, diciéndome que necesitaba trabajar. Muchas veces la gente califica mal a las personas sin conocerlas, lo cual no debería hacerse, porque en ellos se veía la solidaridad. Yo no fui a pedirles. Se acercaron solos. Nosotros la pasamos muy mal económicamente, y no teníamos para comer, y lo sostengo abiertamente. Nos daban al fiado y nos prestaban. A todo le pusimos el pecho, y día tras día fuimos trabajando para salir adelante, siempre con la fe en Dios y el negocio, nos arreglamos”

Scarpecci comentó además que actualmente está invirtiendo dinero en una estación de servicio que está ubicada sobre Ruta 21, muy paulatinamente y despacito, considerando las muchas dificultades que supone invertir en Argentina: “Quiero referirme especialmente a la enorme burocracia de este país, que es un problema. Cuando dicen que ayudan a las Pymes, es mentira. Nunca nos ayudan. Cuando presionan con la AFIP y demás, no nos quejamos, porque lo deben hacer, pero hay cosas que no te dejan hacer, como el cargar GNC, que hace años que no puedo poner, porque tengo que hacer un refuerzo en Arroyo Seco, y me sale trescientos cincuenta y cuatro mil dólares. Es imposible, y aunque lo tuviera, es muy doloroso. Yo le he dado trabajo a mucha gente, pero la verdad es que no sé en dónde estamos parados. Yo hago lo que puedo, pero no nos dejan crecer para nada. Siempre están detrás de los impuestos, para ver cómo nos pueden sacar la plata. Yo soy un emprendedor y le doy para adelante, pero me duele muchísimo, porque quien quiere invertir en este país, no lo puede hacer o no le conviene. Todo burocrático y no sabemos a razón de qué”

Según analizó, este país siempre ha sido un viento en contra para el que trabaja, el que invierte y el que aporta con sacrificio: “Todo el pueblo sabe que yo vengo a la mañana temprano y me voy a las 20:00 Hs. Así paso mis días trabajando. Está el que le gusta invertir, y también el que le gusta ser empleado. Cada uno sabe. Yo invierto en mi país, soy localista, trabajé en el exterior. Luego volví y ahorré para lograr lo que tengo hoy. A veces pienso, con todo el respeto a mi país, en para qué volví, si afuera estaba super bien, con un viaje por año para mi familia, un mes de vacaciones y un buen sueldo en dólares. Me traicionó el pensamiento y me vine, y cuántas veces me lo cuestioné”


Norberto siempre ha sido un visionario, y la idea de poner una estación de servicio en la localidad surgió de él, hace ya treinta años. Un adelantado para la época: “Me gustó para negocio. Vi que el pueblo lo necesitaba. En ese momento tuve la posibilidad de comprar otra que funcionaba, pero me dije que no, que iba a poner una propia, porque el pueblo lo necesitaba. No es una gran cosa, de un gran volumen, pero nos mantenemos, porque es un negocio familiar, y contamos con muy pocos empleados. Los resultados están a la vista”

Muy emocionado hasta las lágrimas, manifestó estar muy contento por estar en este lugar, y por la posibilidad de estar invirtiendo en la Ruta: “La luché muy fuerte. Noches enteras sin dormir, y mucho sacrificio. Pruebas que llegaron y las pasé. Otras llegarán y las pasaremos. Mis hijos gracias a Dios están todos trabajando, y lo importante es que esto funcione. Lo que quiero dejar en claro es que los clientes no son solamente eso, sino que también son amigos. La bandera la mantenemos en alto. Acá siempre se vendió la calidad y la cantidad, es decir lo que el cliente paga”

Un aniversario importantísimo. Treinta años no son poca cosa. Norberto Scarpecci, junto a la ayuda de su familia siempre presente, y también con el apoyo de muchos amigos, siempre se supo levantar por encima de toda dificultad, trabajando, apostando e invirtiendo, para sostener este sueño, que comenzó como un simple emprendimiento y terminó siendo un emblema de la localidad.


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