Gustavo junto a su mujer
05/08/23 16:19 | Locales
Con la compra de una porción de locro, se puede ayudar a Gustavo, mejor conocido como “el negro Sosa”, quien ha tenido un diagnóstico que ha transformado radicalmente su vida, a raíz de lo cual ahora necesita de mucha solidaridad de parte de los vecinos de General Lagos. Él presenta un problema en la médula, por lo que primero comencé con vómitos, luego con problemas circulatorios, y sangrado estomacal, debido a que se le reventó una várice. Ha estado en terapia, y también cuatro días en coma:
“Hace años que no tomo cerveza. Pero me dijeron los médicos que esto no lo provoca solamente el alcohol, sino también por otras cosas como por ejemplo comidas. Por suerte no me ha tocado el páncreas, pero sigue desparramándose. No hubo forma de controlar. Luego pasó el maldito Covid, al que se le ha dado tanta prioridad, sin tener en cuenta que hubo infartos, preinfartos y otras cosas graves”, reconoció Gustavo.
Gustavo hoy por hoy no tiene la movilidad táctil necesaria para el trabajo de guitarra que él hacía, y que era algo muy básico para él, y que representaba su medio de sustento económico, además de su pasión personal, dado que solía subir a los escenarios todo el tiempo, y ha representado a la Argentina en muchos otros países, como Brasil y Paraguay. Además, ha participado en muchas peñas, en donde se ha hecho de muchos amigos: “Se han acercado, porque en este momento se ve quienes son los verdaderos amigos. Tengo más de lo que yo pensaba. Me encontré recientemente en una peña con mucha gente, muy bien recibido, sin tener que tocar un instrumento ni cantar. Fui aplaudido y ovacionado, y eso es lo que alivia todo lo que me pasa. Es un apoyo tan grande, que a lo mejor no se comprende la dimensión que tiene y la importancia que se le da. Se entiende cuando uno padece una situación límite y complicada”
Actualmente no tiene ingresos económicos. Sobrevive defendiéndose con una cocina básica, como canelones, ravioles, empanadas, locros y demás. Su día a día es realmente duro: “Estoy muy limitado y no puedo hacer nada con mi enfermedad. Vamos a tratar de ver por el sistema médico si puedo lograr algo. Le pongo más fuerza de lo que tendría que ponerle de ánimo. No me entrego, y me motivan los años de soledad que tuve, porque hoy tengo a todos mis nietos, a mi hijo de diferente matrimonio que está muy cerca ahora. Soy un afortunado. Esa es la palabra que siento”.
Las recaídas que tiene las tendrá toda la vida, en intervalos más o menos precisos. En los hospitales no hay más que hacer. Ha quedado crónico. Es admirable la fortaleza con la que lleva esta situación, sin darse por vencido ni rendirse ante la adversidad, siempre con el mejor ánimo, con optimismo y sin perder el sentido del humor: “Me gustaría que aprendamos a pensar en estas cosas y a valorarlas antes de que sucedan. Pero en ese momento no tomamos conciencia. Yo estuve como tres minutos del otro lado”
Gustavo no pide plata, porque solamente gastará para comer, así que cualquiera que quiera colaborar con él en esta situación, puede aportar alimentos y artículos de primera necesidad: “Azúcar, harina, y esas cosas. Lo que uno tiene en la alacena. También quiero agradecer a todos los que han hecho peñas y jornadas de truco por mí. Muchísimas gracias a los colaboradores de toda mi vida, de las molestias que uno le causa, porque cuando estuve mal, muchos han preguntado, con cadenas de oración. Especialmente agradezco a mi mujer, que lo es todo para mí y que me acompaña en todo sin abandonarme. Toda esa energía me rescató y me salvó de mi estado de coma, y por eso estoy acá. Solamente mi pareja y yo sabíamos lo que pasaba”
Empatía y solidaridad es lo que se necesita. Es lo mejor que tenemos como seres humanos. Para colaborar con una porción de locro, comunicarse al 3402 - 532167
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