Iglesia
27/08/23 11:59 | Locales
San Pablo recomienda profundizar en la Sabiduría y en la Ciencia de Dios, porque sus caminos son profundos e insondables. La humanidad, la civilización, confía plenamente en sus conocimientos y en su saber. La razón nos sirve para iluminar para manejarse en la vida, para construir, para saber lo que pasa y para tantas otras cosas.
Los caminos de Dios no los alcanzamos a descifrar, y nuestra razón no alcanza para llegar a eso. Ese mismo Padre que nos ama profundamente tiene designios que nos superan. El amor es la certeza, de que nos ama, y de que sus planes son siempre lo mejor que nos sucede.
En el evangelio, Jesús pregunta a los discípulos quién era él para ellos, y entonces le dicen que unos piensan que es Elias, para otro Juan el Bautista, para otros Jeremías. Jesús llega distinto, particular, y ese mesías que todos esperaban, lo esperaban de manera distinta: no como el hijo de un carpintero. Pedro lo identifica, y ahí es designado como la piedra que edificará esta iglesia, que es una designio de Dios, pero que funciona con los hombres, imperfecta, limitada y con todos sus errores
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