Silvina dedicó su vida a los animales
26/10/23 21:39 | Locales
Silvina Pascual ha tomado una decisión muy difícil y dolorosa, abandonando su vocación: Dejar el rescatismo y proteccionismo animal, luego de veintisiete años de labor ininterrumpida en la localidad, siendo pionera en muchas cosas en materia de derecho animal.
El detonante fue el hecho vergonzoso que la llevó a vivir una verdadera pesadilla en los días pasado, cuando, ante denuncias y quejas de vecinos, se encontró con varios patrulleros y policías en la puerta de su casa, con un mega operativo, como si fuese una gran delincuente. Incluso pretendían ingresar a su domicilio sin una orden. Ahora, se siente acosada, perseguida y decepcionada, según explicó:
“Tuve que tomar esta decisión por el bien mío, de mis animales, y de mi familia, incluyendo mi salud. Lamentablemente no te dejan hacer lo que querés, lo que te gusta y lo que sentís, aunque sea algo bueno. He recibido muchas presiones y mucho acoso, y no es lo que merezco, porque yo les hago un bien a los animales, y llevo esta vocación en el alma, porque me apasiona. He hecho un montón de cosas desde que vivo acá, y el que me conoce puede decir todo lo que hice. Jamás negué una ayuda en este sentido, y he puesto de mi bolsillo millones de veces.
Con respecto a los animales al hecho bochornoso y sin precedentes que vivió días atrás, aclaró que es un hecho que nadie puede entender: “denunciaban que acá hay mal olor. En realidad salen a decir muchas mentiras. Vivimos limpiando, y lo pueden decir los que venden productos de limpieza acá en la cuadra, con la cantidad de perfumina que compramos. El recolector de basura también lo puede corroborar. Es mentira, y cada uno da una versión a su manera. Quiero agradecer a toda la gente que me ha encontrado en la calle, me ha apoyado y ofrecido su ayuda en la calle y por mensajes. Mucha más de lo que yo me imaginaba. Están a mi favor, porque no estoy cometiendo ningún delito, sino por el contrario, algo bueno. Es el mundo del revés. Está mal lo que hacés de bien y bien lo que hacés de mal”
Los animales que tenía Silvina están de tránsito, y cuatro de ellos están por ser adoptados. Esto sirve como un alivio para descomprimir esta situación y dejar conformes a las autoridades, que dejan mucho que desear en el cumplimiento de su deber, y a los vecinos que provocaron esto en primer lugar: “Mabel Videla es la encargada del área de protección animal. Y lo que importa es proteger al animal, pero en mi caso esto es lo que menos se hizo. Me dio un plazo de un mes para que saque a los animales para dejar conforme al vecino de acá, que es el promotor de todo esto. Darío Ardiles. Él comenzó con todo esto, denunciando y buscando firmas. Nunca me podía quejar de estos vecinos, pero en los últimos días me han defraudado realmente. Fueron a hacer la denuncia, pero podían hablar conmigo y evaluar soluciones para ver en dónde los poníamos a los animales. Pero obraron de forma traicionera y me decepcionó que no vengan a arreglarlo conmigo”
Según manifestó, los animales que ladraban son los que aún no estaban adaptados, porque fueron rescatados hace poco y provienen de lugares violentos y hostiles: “Si ladran, es entendible. Vienen de un lugar en donde han sido maltratados. Me dieron un plazo de un mes nada más. Es lamentable. Tengo un abogado ya, que me asesora. Vino después del operativo ese que no tiene explicación porque nadie lo puede entender: una chata de tránsito tres horas parados acá, perdiendo el tiempo y no sé para qué, en lugar de hacer su trabajo en otro lado. Todo por un ladrido de perros, y por mentiras y versiones que inventan, como que había mal olor, o que tenía veinte perros adentro de un garage. Quien escucha esto, se lleva por eso y entonces te juzga y te critica. Mucha gente ha entrado a mi casa y pueden corroborar que no. Mabel Videla vino con esta versión mentirosa. ”
“Las anécdotas que tengo son infinitas, y me llevo un recuerdo bastante lindo, y me llena el alma todo lo que hice por los animales. Todos nacemos con una vocación, y yo nací con esto, que es ayudar a los animales, porque son seres indefensos y necesitan la ayuda de uno. Yo fui la primera que comenzó con las castraciones acá en General Lagos. Estaba Oscar Ferri y no se hacía eso. Hice la primer campaña de castración. Hicimos tipo censo, casa por casa, y anotábamos. Le daba turno a la gente, yo solita, y los días jueves venía Matías, el veterinario, y entonces le llevábamos. Los iba a buscar en moto si no podían, para no desperdiciar el turno. Un montón de cosas buenas y también duras, porque ser proteccionista no es fácil, pero solamente el que tiene empatía y corazón se da cuenta de lo que uno hace, solamente por amor a los animales, pero acá no”
Toda una vida dedicada al proteccionismo, a cuidar y garantizar los derechos del animal. Es un final inesperado, dolorosamente: “Alguien decide por tus cosas. Ya ni siquiera vivimos en democracia, y con esto que pasó ya no te dejan tener perros. Uno no tiene libertad de nada. Ni siquiera de expresarse ya. Le hago caso al vecino, que me saquen mis perros y no me dedico más. Tengo en venta mi casa. No me siento cómoda acá. Acá no te dejan hacer lo que te gusta, porque este era un pueblo bueno y tranquilo, pero ya no”
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