Fumar después de la menopausia acarrea numerosos inconvenientes a las mujeres.
27/05/14 13:42 | Ciencia
Las mujeres fumadoras que pasan la etapa de la menopausia almacenan más grasa en la parte abdominal, provocando un aumento de peso y una deformación en el cuerpo.
De acuerdo a diversos estudios, alrededor de mil millones de personas son fumadores a nivel mundial y, de esa cifar, el 20% son mujeres. Y de ese porcentaje, la gran mayoría desconoce los cambios fisiológicos en el cuerpo que ocasiona el llevarse un cigarrillo a la boca.
El tabaco genera deficiencia en los estrógenos, la hormona femenina. Además al alterar la hormona sexual de la mujer, ocasiona una menopausia más temprana, reducción del número de menstruaciones y un excesivo aumento del vello.
Las recomendaciones para las fumadoras es la ingesta de calcio y vitaminas en abundancia, ya que los componentes del cigarrillo elevan el riesgo de padecer osteoporosis. Una serie de recientes investigaciones confirman que las fumadoras que pasan la etapa de la menopausia, almacenan más grasa en la parte abdominal, generando un aumento de peso y una deformación en el cuerpo. El incremento de la cintura se debe también al efecto anti estrógeno, donde la grasa se acumula en la parte intra-abdominal.
Vale la pena recordar que el consumo del tabaco genera fundamentalmente enfermedades cardiovasculares, hipertensión e infartos. También el fumar está asociado a la infertilidad, ya que puede ser tóxico para los ovarios debido a la presencia de alcaloides nicotínicos.
La Capital