Los pibes del barrio
13/07/14 10:54 | Nacionales
Los muchachos que conforman “Los pibes de la Perdriel” sacaron a la calle la bandera que los identificará en la tribuna.
A pocos días de celebrarse el Día del Amigo, el delantero de la selección argentina Angel Di María sorprendió a los diez pibes con los que se crió en calle Perdriel: les regaló un vuelo charter y las entradas para ver la final de hoy con Alemania. Anoche, junto a La Capital, los íntimos de Fideo compartieron las horas previas entre nerviosismo, ansiedad, anécdotas, los preparativos de la bandera que llevarán y un denominador común: “Cumplió un sueño, que jamás imaginamos concretar”. El gesto también fue imitado por Javier Mascherano y Lionel Messi, quienes también fletaron vuelos con entradas para sus íntimos.
Una buena frase que puede resumir la hermandad que sienten los 10 muchachos que hoy verán la final en el Maracaná, la lleva el propio Angelito tatuada en su brazo izquierdo: “Nacer en la calle Perdriel fue lo mejor que me pasó en la vida”.
Y cumpliendo el mandato de no olvidarse de sus amigos Di María los sorprendió días atrás cuando les dijo que tenía entradas para todos. Alexis Amarillo conoce a la estrella del Real Madrid desde los cuatro años y vive pegado a su casa natal, en Perdriel al 2000.
“Vamos a ver una final del mundo, algo soñado, histórico. La ilusión la tenemos todos, pero con los precios para viajar, no estaba al alcance de cualquiera. Ahora que se nos dio, con sólo pensarlo se me caen las lágrimas”, le dijo a La Capital.
La barra de la calle Perdriel nunca dejó de verse, incluso durante el desarrollo del Mundial siguieron comunicados en un grupo de Whatsapp. “Está pendiente de nosotros, de asegurarse que no nos falte nada. Ojalá pueda jugar, él está muy tranquilo porque sabe lo que hay que hacer”, dijo Alexis que tuvo la suerte de verlo en la final de la Copa del Rey en 2011.
A escasas horas de subirse a la Trafic que los llevará al charter de esta madrugada desde Capital Federal rumbo a Río de Janeiro, los muchachos preparaban la bandera que los identificará en las tribunas. El paño celeste y blanco tendrá la inscripción “La Perdriel presente”. Y aseguran que además de la camiseta argentina, no faltarán las de Rosario Central.
Diego Martín conoció a Di María a los 8 años, en la primaria de la escuela Buen Samaritano y se muestra como el más nervioso de todos. “Creo que recién voy a caer el lunes o martes. No duermo o dormito media hora. Estamos por el chat del Whatsapp, le preguntamos como está y cómo va la rehabilitación. El está tranquilo, tiene muchas ganas de jugar”, dice el joven que no duda en señalar: “Para nosotros ya es un campeón. Vive el sueño que cualquier chico que agarre una pelota sueña. Pero todavía le falta, porque no tiene techo”.
Algunos de los amigos pudieron viajar a ver a Fideo a Lisboa o Madrid, a otros, por motivos laborales y económicos, se les hizo imposible. Las anécdotas del astro del fútbol se multiplican en la charla. “Llegaba de la escuela, iba a entrenar y después quería seguir jugando a la pelota. Nos pasaba a buscar, uno por uno, para ir al campito. Eran las 11 de la noche y seguíamos pateando en la calle”, recuerdan todos.
La ilusión recién comenzó para el grupo que volverá a la madrugada de mañana al país. “Si salimos campeones nos quedamos a festejar en el Obelisco”, dicen con entusiasmo.
Mientras todos alistaban los bolsos y mochilas con filmadoras y cámaras fotográficas para inmortalizar momentos únicos que vivirán hoy por la tarde, Cristian Galotto se suma a la charla.
“No vemos la hora de agradecerle a Angel todo lo que hizo. Otra muestra de su humildad es que, pese a que está por jugar una final por la Copa del Mundo, se muestra preocupado por sus amigos, para ver si estamos bien y con todo listo para ir allá”, confiesa.
Cuando Fideo les confirmó que tenía entradas para todos, comenzó una búsqueda frenética por conseguir un medio de transporte que los llevara a Brasil. “Se agotaban las opciones, no había colectivos ni aviones y tampoco estaba al alcance de la mayoría juntar 20 mil pesos tan rápido. Hasta que salió lo del charter”, cuenta Cristian también compañero de la escuela.
Camisestas para todos. Los gestos de Di María a sus amigos se multplican. Cada vez que el Real Madrid o la selección nacional tiene un nuevo modelo de camiseta les regala un nuevo ejemplar a cada uno.
En la previa del viaje surgen algunas cábalas, como tener siempre el Rosario bendecido por el Papa que les regaló Angelito. “Hay que sacarse el sombrero. Ojalá se dé todo y podamos festejar juntos el Día del Amigo en Rosario. El, como amigo, nunca se olvida de nosotros”, completa Cristian.
Brian Amarillo agrega sin tapujos: “Esperaba un gesto así de Angel, pero nos dejó mudos cuando nos consiguió los vuelos, fue una sorpresa muy grande porque estábamos desesperados por viajar”.
El grupo vivirá una experiencia única, más aún 4 de ellos que se subirán a un avión por primera vez. “Tenemos la esperanza de que pueda jugar, igual esto es un regalazo por del Día del Amigo”, completa quien fuera vecino de una calle rosarina que empieza a trascender las fronteras de la ciudad.
La Capital