Cientos de bomberos trabajan sin descanso para contener las llamas
10/09/13 21:22 | Nacionales
Los incendios que afectan a la zona de las sierras de Córdoba siguen fuera de control. Las llamas ya arrasaron más de 15 mil hectáreas de bosques y pastizales y obligaron a evacuar a más de 450 personas, la mayoría en Yacanto, la zona más afectada. Además, hay dos heridos graves: un hombre de 47 años al que se le cayó encima un árbol quemado cerca de Athos Pampa y un joven de 25 años que sufrió graves quemaduras cuando intentaba combatir un foco de incendio en Salsipuedes.
El gobernador José Manuel De la Sota calificó esta mañana de “muy grave” a la situación, ya que –según señaló- “si no hay tormentas, va a costar que se apaguen los incendios”. 'Pensar en apagar el fuego con los frentes que tenemos es imposible acá y en Australia. Cuando se desatan estos frentes, con vientos que superan los 100 kilómetros por hora, es imposible pensar en detenerlo hasta que no llegue una lluvia', aseguró.
Cientos de bomberos intentan controlar los incendios que desde hace varios días afectan a las sierras cordobesas. La situación más grave se registra en Calamuchita, entre Villa Alpina y Yacanto, a unos 120 kilómetros de la capital provincial. El avance de las llamas, favorecido por la ola de calor, la sequía y los fuertes vientos, obligó a evacuar a cientos de personas. En Yacanto, unas 50 casas y cabañas fueron alcanzadas por las llamas, que ya están muy cerca del casco urbano
“Venimos de una sequía de cuatro meses, no hay forma de parar el fuego”, explicó preocupado el gobernador, quien detalló que la tarea que se está realizando apunta a “contener” las llamas para que no sesigan propagando. Y destacó que el pronóstico para hoy no es alentador: 'Se esperan 40 grados'. El Servicio Meteorológico Nacional informó que recién entre el jueves y viernes llegarían algunas lluvias, lo que facilitaría las tareas de combate de las llamas.
De la Sota también resaltó que si bien se registraron “muchas pérdidas ambientales y materiales”, hasta ahora “gracias a Dios, no hemos tenido víctimas fatales”.
Fuente: Clarín