Violada por su propio padre
24/07/14 12:23 | Nacionales
Un hombre fue detenido tras ser acusado por su hija de violarla y mantenerla en estado de esclavitud durante 23 años, desde que tenía 12, en una vivienda del barrio Villa Cabello, en la ciudad de Posadas.
La mujer, actualmente de 35 años, en estado de desnutrición y con una apariencia que denota una edad aún mayor, escapó de su casa tras recibir una paliza y denunció a su padre, por lo que se decidió su detención.
La denunciante, llamada Mirta Noemí, aseguró que su padre, además de violarla, la trataba como una esclava, no la dejaba salir de su domicilio, y por momentos le prohibía alimentarse, al ser entrevistada por asistentes sociales.
De acuerdo con la información difundida por Misiones Onlie, al detenido se le inició en primer lugar un sumario por violencia doméstica y luego por abuso sexual.
El calvario de Mirta se inició cuando apenas tenía dos años y su madre decidió abandonarla junto a su padre, cansada de las golpizas que recibía por parte del hombre.
Para Cristian López, que asumió el cargo de abogado patrocinante de la mujer la historia comenzó en 1978, al nacer Mirta, 'ya que el padre golpeaba y maltrataba a la madre cotidianamente'.
'Luego de reiteradas golpizas, una más grave que la otra, con lesiones de todo tipo, la mamá de la víctima decide salvar su propia vida, de la manera más incomprendida, huyendo de la casa y abandonando a Mirta, quien con dos años queda al cuidado del violento', continuó el letrado.
El hombre, con constantes problemas de alcoholismo, vendió su casa y junto con la niña terminaron en la casa de su madre, en un departamento con dos habitaciones.
A los 12, según relató la chica, la llevó de un brazo a la cama, la desnudó completamente y la violó, para luego amenazarla de muerte para que no le cuente lo ocurrido a la abuela.
A partir de ese momento, para Mirta, según denunció, comenzó un largo calvario con privaciones, violencia sexual y doméstica, que se profundizó en los últimos meses, con la muerte de su abuela.
En los últimos años, contó, sólo tenía acceso a una comida por día y consumía a escondidas alimentos que le proporcionaban los vecinos.
Ámbito.com