Nacha Guevara
15/08/14 0:45 | Nacionales
En susurros, sin los gritos como música usual de los escándalos, Nacha Guevara logró en el campo minado de ShowMatch convertirse en la nueva bruja del pueblo. A cada participante del Bailando 2014 le llegó su chisporroteo con la mujer que ejerce de diva. Diego Reinhold, el último. La única que se le anima hasta a Tinelli, en una guerra de egos épica.
El objetivo está cumplido. Su participación no pasa inadvertida para propios o extraños. Y aunque el jurado sea de cuatro, en cuestiones de protagonismo ella no comparte cartel. Cada intervención suya es material suficiente para alimentar las horas de discusión en Este es el show y en el propio ciclo de Tinelli. Reglas del juego que decidió jugar.
En su rol de 'diva de hielo' mostró que ante pocos y ninguno está dispuesta a ceder. Finalmente para los que se animan a contradecirla o deciden revelarse a su autoridad artística, de su parte hay como respuesta última un agite de brazos al aire. Cómo diciendo 'es lo que es', 'esto es así' o un sencillo 'es tu problema'. De su electricidad fueron víctimas sin distinciones los mediáticos (Xipolitakis, Ritó, Tirri, Cirio, Von Brocke) como los virtuosos (Fidalgo, Godoy, Reinhold, Piquín, Anita y el Bicho). Ni siquiera Tinelli quedó fuera de su ojo.
Como Graciela Alfano en las anteriores ediciones del Bailando, finalmente domada, Guevara es la rebelde del grupo. La que pone incómodo al conductor al aire, no por sus ocurrencias fuera de guión como Alfano, sino cuando se muestra incómoda o crítica con lo que sucede a su alrededor sea con la guerra de tortazos, una imitación de Fátima Florez o retando al aire, desafiante, al dueño del circo. Guevara es Nacha y es la que encabeza, ShowMatch puede esperar. 'No crean todo lo que ven en televisión', dijo a cámara en su sillón del jurado del programa más visto de nuestra TV. Nacha es la resistencia punk del show, aún siendo funcional a el.
En ShowMatch la actriz/ bailarina/ cantante goza de un lugar central que la pantalla chica le venía negando. Ni su conducción de Me gusta ser mujer en 1993 o en sus trabajos actorales en Los machos, El tiempo no para o Disputas tuvieron el impacto que muchos de sus trabajos en cine y teatro. Nacha se desquita de la tele, adaptándose como la mejor mediática.
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