En la casa. El crimen ocurrió en una vivienda de Bouchard y Suárez, en el barrio de Nuevo Alberdi.
23/08/14 13:14 | Zonales
'Para nosotros José era «El Nene», una persona trabajadora que no se metía con nadie. Y Elías, su hijo más chico, es un pibe educado que no se junta con los otros chicos del barrio, anda para todos lados con su guitarrita y va al templo evangélico. Para nosotros eran dos personas normales', explicó ayer María Angélica, una vecina de Bouchard al 3000, en el barrio Nuevo Alberdi Oeste. Pero algo se rompió en esa relación 'normal' entre padre e hijo. Y Elías mató a José mientras dormía, cerca de las 4 de la mañana y a machetazos. Luego estuvo poco más de una hora en la casa hasta que salió, cerró con llave y se fue a lo de un amigo con quien, a las 7 de la mañana, se presentó en la subcomisaría 2ª y confesó el asesinato. El fiscal de la Unidad Especializada en Homicidios, Adrián Spelta, ordenó que le realizarán pericias psicológicas y hoy lo acusara por homicidio calificado por el vínculo en una audiencia pública.
Si la historia de José Gómez, de 47 años, y su hijo Elías, de 20, hubiera finalizado la noche del jueves, la película de sus vidas hablaría de vecinos que no tenían conflictos con nadie. José era empleado de mantenimiento del club Náutico Sportivo Avellaneda, donde trabajaba en horarios rotativos (de 6 a 14 y de 14 a 22). El jueves tuvo franco. 'Era una persona que supo tener problemas con el alcohol y eso motivó que se separara de María Itatí, su esposa. Pero eso fue hace muchos años. Elías estuvo viviendo un tiempo con su madre pero se volvió a vivir con el papá. El Nene (como conocen a Elías) era una persona que se compraba su cervecita, se hacía la comida y se sentaba en la vereda a charlar con los vecinos. Una persona normal', contó María Angélica.
José 'estuvo charlando con nosotros hasta las 23. Habló con mi pareja para que hiciéramos un asado y dijimos de dejarlo para el próximo franco', agregó la mujer. Y de Elías comentó: 'Es un buen chico, sano. No se mete con nadie y no tiene juntas con los pibes del barrio. Siempre lo veíamos con su guitarrita cuando iba a un templo evangélico. Vos me decís que el pibe mató al padre y yo no lo puedo creer'.
Sorpresa barrial. En la esquina de Bouchard (una de las avenidas que tiene el barrio Nuevo Alberdi) y calle Suárez hay una casa de pasillo en la que vivían José Gómez y su hijo Elías. Allí supo vivir toda la familia, es decir José, su esposa María Itatí y sus cuatro hijos, dos de ellas mujeres. Después de la separación sólo quedaron viviendo ahí, en la esquina donde para la línea 106, el padre y su hijo menor.
Poco después de las 7.30 de ayer los vecinos de esa zona comenzaron a despabilarse. Entonces, el peluquero de la cuadra vio a un muchacho en el ingreso al pasillo donde viven El Nene y su papá y le preguntó si necesitaba algo. 'Mataron a mi papá. Mi hermano mató a mi viejo', le gritó el hermano mayor de Elías. 'Cuando el pibe me dijo eso fue un sacudón terrible. Entré, vi al hombre tirado en la cama, con todo el cuerpo cortado. Es una imagen que no voy a olvidar más. Me la voy a llevar a la tumba', relató el vecino mientras convidaba un mate.
Los vecinos que charlaron con José el jueves, entre la tarde y la noche, no notaron nada extraño. A Elías casi no lo vieron. Según se pudo reconstruir del diálogo con fuentes de la pesquisa, el muchacho regresó de la casa de un amigo aproximadamente a las 3 de la mañana y entonces mantuvo una discusión con su padre que nadie parece haber escuchado. La pelea fue fuerte y no habría sido la primera vez que se daba entre padre e hijo. Hubo duros y lacerantes insultos entre ambos. Despuésa José se fue a acostar. Pero minutos antes de las 4 Elías reaccionó. Un insulto que quedó grabado en su memoria y que estaría vinculado a sus relaciones lo impulsó a tomar un machete de 70 centímetros de hoja y arremeter contra su padre. José Gómez recibió entre 8 y 10 cortes profundos en el tórax y el cráneo, uno de ellos de degüello. El resultado de la autopsia será vital para conocer si José pudo defenderse o si el asesinato soporta el agravante de la alevosía.
Malos tratos. Elías, en tanto, estuvo bajo el mismo techo que su padre muerto hasta cerca de las 5 de la mañana, cuando cerró la casa y se fue a lo de un amigo que vive a un par de cuadras, al otro lado de la vía. Fue ese amigo el que lo acompañó a la subcomisaría 2ª donde Elías confesó haber matado a su padre cansado de los malos tratos físicos y verbales que sufría. 'Nunca vi nada que me llamara la atención. Han venido a comer a mi casa los dos (José y Elías) pero nunca tuvieron malos tratos. Eran cordiales entre ellos. Pero eso es lo que vimos puertas hacia afuera de la casa. Lo que pasa adentro de las cuatro paredes es un misterio que sólo conocen ellos dos', explicó una doña.
'Yo conozco a los dos porque soy paquetero y por ahí paraba a charlar con la gente. No hay que juzgar al pibe. La cabeza humana es muy compleja y por ahí, una palabra o un insulto, pueden llevar a que se te salte la cadena', relató un muchacho que desde su bicicleta no dejaba de observar como cerca de las 13 era cargado en la mortera municipal del cadáver de Gómez.
Elías será sometido a un examen psicológico por forenses del Instituto Médico Legal. Hoy por la mañana en los tribunales provinciales el muchacho será acusado por homicidio agravado por el vínculo, es decir por ser hijo de la víctima. Investigan el caso efectivos de la subcomisaría 2ª y de la Policía de Investigaciones (PDI).
La Capital