Viviana Canosa
23/10/14 12:06 | Nacionales
Luego de un año y medio de estar dedicada casi exclusivamente a ser madre, Viviana Canosa regresó a la televisión con el programa Zapping por la pantalla de América. A los 43 años, la conductora se animó a realizar una sensual producción para la revista Gente.
A pesar del paso del tiempo, ella aseguró que se gusta más ahora que cuando tenía 20: 'Me encanto... Más que a los 20. Porque la mirada ya no está puesta en mí, sino en mi hija y mi marido. Y mientras nos sintamos amados incondicionalmente, no habrá celulitis, ni gravedad, ni arrugas que valgan: siempre seremos bellos'.
Además, la conductora explicó que ya no se preocupa tanto por su figura, tras el nacimiento de su hija Martina, fruto de su relación con Alejandro Borensztein: 'Este país tan machista te hacer creer la estupidez de que si te sacás un poco la ropa, no tenés cabeza. Hoy la relación con mi cuerpo es más relajada. La llegada de Martina derribó los últimos pruritos. Las lolas de hoy fueron su alimento, la panza de hoy fue su casa y por eso ahora me gustan más. Me animo a mostrarlo porque esto es lo que soy a los 43, con mis marcas, mis aciertos, con mis errores, mi felicidad'.
En el plano de la intimidad, Canosa se definió como una 'mina súper sexual': 'Hay etapas en que necesitás sólo sexo. Jamás lo disfruté tanto como en esta etapa de mi vida: con una libertad única, inédita y absoluta. Redescubrí el sexo perfecto, que me fascina: el que no se tiene con el amor de los violines, sino con el de la seguridad, el de la comunión. No hacemos el amor: somos amor'.
Con respecto a su vuelta a los medios manifestó: 'La tele es cartón pintado y nadie resiste un archivo. Aprendí mucho de una frase que me dijo la Parodi hace algún tiempo, cuando me daban y me daban 'nada es personal Vivi... das rating'. Este medio es así: los que se odian terminan tomándose un café en la esquina. El año y medio en casa fue una cátedra de cómo debo manejarme. En vez de anclarme en la bronca y la venganza, ejercí la táctica del Aikidoka: utilizar la energía de mi contrincante a mi favor para golear más fuerte. ¿Sabés? Creo que ese fue un plan de Dios y el amor de Martina mi entrenador. Hoy no siento que puedo con todos, siento que puedo conmigo'.
La Capital