Es una situación común en aquellos que experimentan condiciones extremas, como los montañistas o los
11/11/14 14:06 | Ciencia
Un equipo de investigadores, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), identificó las partes del cerebro que provocan la extraña y espeluznante sensación de que hay otra persona cerca, cuando en realidad no la hay. Los resultados fueron publicados en la revista Current Biology.
Además, los científicos desarrollaron un experimento que le permitió a alguna gente sentir la cercanía de un 'fantasma'.
Las historias de fenómenos paranormales abundan y los relatos de apariciones invisibles se producen con bastante frecuencia.
'La sensación es muy vívida. Sienten que hay alguien pero no pueden verlo. Siempre es como una presencia', explica Giulio Rogningi, del EPFL.
Es muy común en aquellos que experimentan condiciones extremas, como los montañistas o los exploradores, y en las personas que padecen condiciones neurológicas, añade.
'Lo que resulta sorprendente es que generalmente dicen que la presencia replica los movimientos que ellos hacen o la posición en la que están en ese momento específico. Es decir, si el paciente está sentado, sienten que la presencia está sentada. Si están parados, la presencia está parada', comenta Rogningi.
Experimento
Los investigadores lograron recrear la sensación que se tiene cuando se percibe una presencia.
En otras de las pruebas, los científicos usaron a 48 voluntarios sanos que no habían experimentado la sensación de estar acompañados de una presencia y los sometieron a un experimento para alterar las señales neuronales en estas mismas regiones del cerebro.
Primero les vendaron los ojos y luego les pidieron que manipularan un robot con sus manos.
A medida que lo hacían, un robot iba trazando los movimientos exactos en la espalda de los voluntarios.
Cuando los movimientos en la espalda y al frente de los voluntarios tuvieron lugar al mismo tiempo, los voluntarios no sintieron nada extraño.
Pero cuando hubo una demora entre ambos movimientos, un tercio de los participantes dijo sentir que había una presencia fantasma en la habitación. Otros dijeron haber sentido hasta cuatro apariciones.
Dos de los participantes hallaron esta sensación tan extraña que pidieron parar el experimento.
Los investigadores dicen que estas extrañas interacciones con el robot cambian temporalmente la función cerebral en las regiones asociadas con la conciencia de uno mismo y la percepción de la posición del cuerpo.
El equipo cree que cuando la gente siente una presencia fantasmal, el cerebro se está confundiendo: calcula mal la posición del cuerpo y lo identifica como si le perteneciese a otra persona.
Los investigadores creen que el estudio puede ayudar a entender mejor condiciones neurológicas como la esquizofrenia.
La Capital