Lucas Azcona
13/11/14 11:25 | Nacionales
La situación del único imputado por el crimen de Nicole Sessarego Bórquez se complica día a día. Lucas Azcona, de 23 años, quedó imputado por el delito de femicidio y homicidio agravado por premeditación y alevosía, lo que tiene una pena a prisión perpetua. Además, se suman más denuncias de otras chicas, que dijeron haber sido acosadas y manoseadas por el joven.
El juez de la causa, Luis Zelaya, cambió la imputación por homicidio simple a un delito mucho más grave, como es el de femicidio. Mientras tanto, se esperan los resultados de ADN (hubo que extraerle la muestra de sangre de manera compulsiva), y del pantalón y la gorra del sospechoso que tenían manchas hemáticas. Si estos ADN resultaran positivos, cerrarían el caso.
A ello se suma el testimonio de más chicas que dijeron ser atacadas por Azcona. Ellas son Cinthia y Milagros. Esta última relató que “el 1 de agosto Lucas me quiso llevar a un descampado pese a que yo tenía a mi bebé en brazos. Le pedí que no me hiciera nada, pero él me manoseó y me lastimó en el estómago con un bisturí que tenía. Por suerte pude zafar del ataque”.
Todos estos hechos ocurrieron en la zona de Solano, donde vive el acusado, por lo que el magistrado también solicitó a la justicia de ese distrito que le remitan todas las denuncias que obran en su poder.
Para el miércoles estaba previsto que declarara Débora, que había dado infinidad de detalles de la agresión (como salió publicado en la edición del miércoles), pero la misma fue postergada.
Pericias psicológicas
Azcona fue sometido a pruebas psicológicas y médicas previas a la indagatoria. De acuerdo con el informe brindado por los médicos, el imputado admitió que durante su infancia en Chaco mataba animales, entre ellos sapos y ranas, y los destripaba.
El detenido reconoció que se autoflagelaba, en tanto en un brazo tiene tajeadas las palabras “Papá te amo”. Azcona no reconoce estar enfermo. A raíz de estos indicios, los médicos recomendaron una evaluación más amplia sobre el imputado.
Por otro lado, en la mochila completa que entregó la familia a la policía había elementos de odontología, entre ellos dos exploradores con punta y una pinza para muelas junto a 40 precintos plásticos.
En tanto, se determinó que el arma utilizada para asesinar a la estudiante chilena fue un bisturí de 1x2x2.5. Curiosamente la misma arma con la que hirió a Milagros, una de las denunciantes. En tanto, Miriam Galarza, la madre del acusado, contó a la prensa que el joven “nació con un coágulo en la cabeza” a raíz de lo cual sufrió “convulsiones” y “estuvo trece días en la incubadora” en los que “prácticamente ya se lo daba por muerto”. “Estuvo medicado hasta los cuatro años”, relató la mujer, y aclaró que “como él no aceptó mi separación con el padre quiso venir a vivir con su papá a Quilmes”.
Crónica