El exceso de trabajo y el poco tiempo para el disfrute del ocio, uno de los temas más comunes en enf
19/03/15 12:20 | Nacionales
La terapeuta Bronnie Ware, de Nueva Gales del Sur (Australia), cuidó durante gran parte de su carrera a una gran cantidad de enfermos terminales, a quienes acompañó desde doce semanas antes de la fechade su inevitable final.
A raíz de esa fuerte experiencia, la mujer realizó una lista de las cinco cosas de las cuales más se arrepiente la gente antes de morir. Mirá la lista:
1- Ojalá me hubiese permitido ser feliz más seguido. 'Este pensamiento es uno de los más comunes. Mucha gente no se da cuenta que la felicidad es una decisión. Viven siguiendo patrones y hábitos viejos. El miedo al cambio hizo que se mostraran contentos con sus vidas, cuando en realidad deseaban volver a reírse con ganas'.
2- Desearía haber mantenido el contacto con mis amigos. 'Muchas personas no se percatan de cuánto necesitan a sus viejos amigos hasta que llegan a sus últimas semanas de vida, y entonces es difícil encontrarlos. La gente se concentra tanto en el trajín diario que dejan ir amistades muy valiosas'
3- Ojalá hubiese tenido el coraje para expresar mis sentimientos. 'La gente esconde sus verdaderos sentimientos para mantener la paz con otros. Como resultado, tienden a tener existencias mediocres y nunca llegan a ser quienes realmente deben ser. Muchos pacientes contrajeron enfermedades provocadas por el resentimiento y la amargura'.
4- Ojalá no hubiese trabajado tanto. 'Este fue el comentario de cada paciente masculino que tuve. Sentían haberse pedido la infancia de sus hijos y la compañía de sus cónyuges. Las mujeres también mencionaban esto, pero la mayoría de mis pacientes fueron parte de una generación en la que les tocaba ganar el pan sólo a ellos'.
5- Ojalá hubiese tenido el coraje de vivir la vida a mi manera, no de acuerdo a las expectativas de otros. 'Este es el comentario más repetido. Cuando la gente está próxima a morir y reflexionan sobre sus vidas, se dan cuenta de que no cumplieron muchos de sus sueños. Ni siquiera la mitad, y todo por las decisiones que habían tomado'.
La Capital