Por una vida saludable
21/08/15 13:07 | Ciencia
Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de mortalidad en los países industrializados. En España, una de cada tres defunciones ocurridas en el año 2004 fue debida a estas enfermedades.
La cirugía y farmacología para tratar estas enfermedades ha avanzado mucho en los últimos tiempos. Hay pastillas para controlar la tensión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre. Pero cuesta cambiar nuestro estilo de vida, la forma actual de mal alimentarnos y pasar de ser unos sedentarios absolutos a hacer algo de ejercicio.
Existen muchos estudios que demuestran que la actividad física reduce la probabilidad de que tengamos un infarto agudo de miocardio. Las personas sedentarias tienen casi el doble de riesgo de morir por un infarto de miocardio que las personas que realizan una actividad física de manera regular. Y también se sabe que incluso las personas que han tenido un ataque al corazón, la práctica de actividad física reduce la mortalidad.
¿Qué tipo de ejercicio es más conveniente? Hay consenso en que el ejercicio deber ser suave, constante y regular. Un ejercicio que suponga un esfuerzo grande y que lleve al corazón a dispararse no es nada aconsejable.
Andar 30 minutos al día es la mejor opción, una terapia que no es sólo buena para el corazón. Lo es también para los hipertensos y diabéticos y para todos aquellas personas que quieran mantener su peso y cuidar su flexibilidad y agilidad. El caminar es una puesta a punto para nuestra estructura ósea, al favorecer el movimiento de las articulaciones. La espalda y su columna vertebral también se lo agradecerán.
Los beneficios
A nivel del sistema cardiovascular, la actividad física aumenta la fuerza y la capacidad de bombear sangre de nuestro corazón. Además las arterias tienen una mayor capacidad de dilatarse. Todo ello aumenta la cantidad de sangre que puede llegar a los músculos y otras zonas de nuestro cuerpo.
La actividad física también disminuye el riesgo de ser hipertenso y en paciente con hipertensión arterial reduce los valores de la presión arterial. También previene la aparición de diabetes, sobre todo en obesos o con antecedentes familiares de diabetes y es un elemento importante en el tratamiento de los pacientes diabéticos al mejorar la respuesta a la insulina, hormona que controla el metabolismo y el nivel de azúcar en sangre. Asimismo la actividad física produce efectos favorables sobre el colesterol.
Caminar 30 minutos diarios viene a suponer un gasto de unas 1000 calorías a la semana. No es necesario andar 30 minutos seguidos, a no ser que queramos perder peso. Entonces tendremos que aumentar a 40-45 minutos y hacerlo de una sóla vez, ya que la grasa depositada se empieza a quemar a partir de los 20-25 minutos después de haber iniciado una actividad.
Nunca es tarde para empezar. Las personas que son sedentarias y empiezan a hacer actividad física de forma regular rápidamente obtienen beneficios similares que aquellas que siempre han sido activas.
Sabor Mediterráneo