Reuters / Christian Hartmann / RT
16/11/15 23:54 | Nacionales
El carácter, la 'coordinación excepcional' y la 'planificación cuidadosa' sugieren que son los 'bien preparados' terroristas del Estado Islámico quienes están detrás de los atentados en la capital francesa, escribe Iván Yakovina en un nuevo artículo, publicado en el portal Slon.ru.
Según explica este periodista, el Estado Islámico es, en primer lugar, una formación basada en la religión y la ideología y su propósito declarado 'no es el bienestar de sus seguidores ni tampoco la conquista del mundo y la construcción de un califato mundial, sino la aproximación del fin del mundo, con la posterior plaza en el paraíso para sus partidarios'.
Su principal fuerza, según Yakovina, está en su ideología, que se basa en que muchos musulmanes religiosos no ven ninguna perspectiva en su vida y se sienten humillados por los 'dictados globales de Occidente', además de experimentar frustración por las dictaduras o por los fallidos proyectos de democracia de la Primavera Árabe.
'Para ellos, un 'califato' invencible dirigido por 'un descendiente del profeta Mahoma' y anunciado en los libros sagrados no es solo la única manera de darse a conocer, sino también la más atractiva, que les permite servir a un gran objetivo común: lograr el éxito en la vida y, al mismo tiempo, garantizarse un lugar en el paraíso', argumenta el analista.
De esta manera, cuantos más seguidores se unen a las filas del Estado Islámico, más fuerte se hace; y cuanto más fuerte se hace, más personas quieren unirse a sus filas, ya que ven en el grupo terrorista al califato 'verdadero', el de los libros sagrados, explica Yakovina.
La paradoja es que, al mismo tiempo, la ideología del Estado Islámico esconde su principal debilidad ya que, según las escrituras, el verdadero califato primero tiene que poseer sus propios territorios, y segundo, su esfera de influencia debe expandirse continuamente 'con la ayuda de Alá', escribe Yakovina.
'Si esto no ocurre, si el territorio se reduce, significa que el Todopoderoso considera esta 'edición' del Estado un error y se niega a favorecerle. De esta manera, un califato que se muere es una falsificación, que nada tiene que ver con las antiguas profecías, y no tiene sentido unirse a sus filas', agrega el periodista, para sentenciar que 'esta es la situación que tenemos ahora en Siria e Irak', en donde el 'califato' ha empezado a perder los territorios y la legitimidad.
En esta situación, lo más irracional que pueden hacer Occidente en general y Francia en particular es caer en la trampa de los terroristas y desarrollar una operación terrestre, opina el autor del artículo, que insiste en que el Estado Islámico ya está muriendo por perder territorios y, en consecuencia, la confianza de sus seguidores.
'Impedir este proceso y provocar que se cumpla la profecía en la que se basa la ideología del califato sería una verdadera locura', asegura Yakovina.
A su juicio, en vez de ello los gobiernos occidentales deberían centrarse en prevenir futuros atentados, fortalecer los departamentos antiterroristas de sus servicios especiales y revisar su política de 'puertas abiertas' en relación con los refugiados de la región devastada por la guerra.
La noche del pasado viernes, la capital de Francia vivió varios ataques terroristas que se cobraron la vida de, al menos, 132 personas y dejaron más de 300 heridos. A raíz de esos atentados, el Ejército francés ha desplegado 1.000 soldados adicionales para garantizar la seguridad en las calles de París, mientras que la Policía efectúa redadas antiterroristas en todo el país.
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