Pluralismo
04/11/13 10:22 | Sociales
En estos días, en los mensajes de los “electos” en las jurisdicciones provinciales, nacional, escuché, muy reiterada, la frase trascendente: “… la pluralidad es necesaria para…” y desde ahí, cada uno seguía con los “temazos” no resueltos que nos vapulean día a día: inseguridad, inflación, educación, trabajo, salud, servicios… bla bla bla…
Si las diferentes voces hacen falta. Si el hacer complementario hace falta. Si la integración de ideas y manos para la acción es indispensable…
¿Por qué la dirigencia de turno en vez de sumar, divide?
Los adversarios en campaña política, terminada la contienda electoral por la que tanto recorrieron, trabajaron, proyectaron… qué pueden hacer? Se los convoca? ¿Por qué se impone esa burda concepción de “enemigos “ que no deja a cada cual aportar lo suyo desde su rol social, cultural, político.
¿Cómo se reedita esto en el ámbito local?
¿Qué necesita una comunidad para crecer cívicamente? Pensemos en CONCERTAR vs. CONCENTRAR.
El pueblo legitima con su voto la ocupación de los cargos de poder político.
¿Se elige por carisma? Se elige por propuestas? Se elige por la confianza? Se elige por el mensaje de persuasión? Se elige por conveniencia? Se elige porque si…?
Karl MANHEIM, sociólogo , (ya en 1942! En Libertad, Poder y Planificación democrática), marca que, el pensamiento, no es sólo una elaboración individual. “Si bien el hombre es capaz de pensar, sería un error considerar que sus ideas y emociones son un producto exclusivo de su experiencia de vida… El pensamiento tiene su origen dentro de un contexto social, nace en un grupo, con un lenguaje, con un contenido…”.
¿Cómo se pluraliza?
La movilidad social es un factor que dinamiza el pensamiento. Cuando la movilidad es horizontal, la persona o grupo percibe a las otras formas como erróneas, originales y mantiene firmes sus propias ideas. Cuando la movilidad es vertical, empiezan a tambalear las convicciones. Es decir que, cuando las capas sociales más bajas influyen con sus ideas al resto de los sectores, se produce el proceso de democratización, adquiriendo así significación su pensamiento.
El enfrentamiento entre esta forma de pensar y la del grupo que tiene poder, produce conflictos a raíz de las distintas interpretaciones que entran en colisión.
MANHEIM se resiste a concebir que la “cosmovisión” de unos se imponga como la “versión oficial” que busca interpelar a los otros. La concentración iría en contra del proceso de democratización.
Sostiene, por el contrario, que “resulta mucho más acertado decir que el conocimiento es, desde el principio, un proceso cooperativo de la vida del grupo, en el que cada uno desenvuelve su conocimiento dentro de la trama de un destino común, de una común actividad y de la superación de dificultades comunes”.
El pensamiento no surge en el vacío, por “iluminación”, sino que es producto de un ambiente social concreto.
El dar respuestas a partir de la “definición de situación” después de lograr elaboraciones comunes, facilita la integración y da sentido a las acciones. “Ahora es el grupo, como categoría, que responde en forma homogénea a los problemas que surgen en la sociedad y, se forman tantos grupos como planteos alternativos se presenten”.
Si surgen diferentes formas de concebir y vivir la realidad social, cultural, política, económica… quién puede asegurar “esto es bueno”, “esto es malo”. Las instituciones están para organizar la sociedad compleja, pero sólo sirven si funcionan al servicio del bien común. Las decisiones “intergrupos” pueden arrojar más luz a la cuestión. Eso es concertar. Dialogar. Debatir. Acordar. Sostener.
Se trata de evitar las divisiones estériles que lastiman la calidad de vida social de la gente.
Graciela CAIOLA
Lic. en Cs. de la Educación