Dormir bien hace la diferencia

Dormir bien hace la diferencia

5 pasos para dormir más relajado

Aprovechá el finde para un descanso reparador

10/11/13 11:34 | Ciencia

El sueño es un proceso fundamental para lograr una buena calidad de vida. Durante las horas en que la conciencia se desconecta y se entrega a la tarea de dormir, en el organismo ocurren una serie de procesos fisiológicos de vital importancia.

El proceso del sueño podría dividirse en dos etapas: sueño lento y sueño rápido. Durante la primera se produce la relajación del tono muscular, se estimula la hormona de crecimiento, y ocurren procesos que favorecen la inmunidad del organismo. Durante la segunda, se procesa información, se producen los sueños y está más vinculada con los estados de ánimo.

No solo es la cantidad, sino la calidad

El ritmo de vida que la mayoría de las personas tienen en la actualidad hace que muchas veces se le reste importancia a las horas de descanso. La cantidad de horas que una persona necesita para descansar varia en cada caso, pero lo que sí es importante es la calidad de dicho sueño. Irse a dormir con pensamientos preocupantes, o estando nervioso puede ser una gran perturbación a la hora de lograr un sueño reparador. Muchas veces el estrés también se traduce en dolencias físicas como contracturas, que pueden ser obstáculos a la hora de conciliar o mantener el sueño. No dormir bien trae aparejados síntomas como irritabilidad, falta de concentración, fatiga, somnolencia diurna, malestares musculares, entre otras afecciones.

Cinco pasos para dormir más relajado

Tomarse unos minutos para relajar el cuerpo y la mente antes de ir a dormir puede marcar la diferencia entre unas simples horas de sueño y un buen sueño reparador. Realizar el siguiente ejercicio puede favorecer un sueño más profundo.

1) Siéntate en el borde de la cama, cierra los ojos y realiza cinco respiraciones lentas y profundas. Así le das la señal a tu cuerpo para comenzar el proceso de relajación.

2) Coloca ambas manos sobre tu cabeza, y con la yema de los dedos masajea la zona presionando el cuero cabelludo, desde la frente hacia la nuca.

3) Con el mentón hacia el frente, coloca ambas manos al costado del cuello, de forma que los dedos bordeen pero no toquen directamente las vértebras cervicales. Con las yemas de los dedos realiza movimientos circulares descendentes desde la base del cráneo, bajando hasta los hombros.

Para que el masaje sea más fluido y placentero, humedece previamente las yemas de los dedos con LECHE DE ALMENDRAS EWE, una loción fluida que se absorbe rápidamente. Los ácidos grasos esenciales que aportan las almendras, suavizan e hidratan en profundidad la piel, favoreciendo una sensación de relajación más profunda.

4) Realiza movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj con la yema de los dedos en la zona alrededor del esternón. Ello contribuirá a una relajación más profunda.

5) Deja caer el tronco hacia delante, relajando con cada exhalación un poco más, sobre todo la zona de hombros, cuello y cabeza. Mantén dicha posición durante unos minutos y luego sube lentamente.

Fuente: http://lineaewe.wordpress.com/

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