El horror más grande
13/11/13 11:56 | Nacionales
'Me dijo que si te contaba me iba a prender fuego'.Amelia no podía creer lo que escuchaba de boca de su propia hija de 8 años, que así arrancó un relato espeluznante con abusos sexuales que sufría desde hacía varios años por parte de su propio padre, y que la nena decidió contar cuando el hombre comenzó a vejar a su hermanita de 6. Con todo el horror, la madre denunció el hecho y la niña fue sometida a pericias que confirmaron violaciones de larga data, sin embargo el sujeto sólo estuvo detenido tres horas y ni siquiera tiene restricción perimetral.
El caso se registra en la localidad bonaerense de Mariano Acosta, y Amelia ya no sabe a quién recurrir. 'La denuncia la hice en la Comisaría de la Mujer de Merlo el 23 de octubre. Ese mismo día a mi chiquita la atendieron en el Hospital Héroes de Malvinas y se confirmó que sufría abusos desde hacía mucho tiempo. A este monstruo lo detuvieron, pero el fiscal lo liberó porque dijo que yo tenía que saber que era abusada de antes. Una pesadilla', dijo Amelia a Diario Popular.
El día que la niña contó lo que ocurría la madre regresaba a su casa después de trabajar y observó que la pequeña se encontraba callada, nerviosa y triste. Le preguntó qué le ocurría, pero la nena se resistía a dialogar. 'Se puso muy mal cuando le dije que se iba a quedar un rato con su papá porque yo tenía que hacer unas cosas. Ahí me dijo que no quería quedarse a solas. Lloraba, estaba muy mal', contó Amelia.
La mujer relató que estaba separada del hombre desde mediados de año, y que incluso en 2012 lo había denunciado por violencia de género. 'Me pegó, lo denuncié, y tiempo después volvimos. Pero este año me volvió a pegar. Y ahí dije basta. El seguía teniendo contacto con las nenas, pero nunca imaginé todo esto. La escuchaba a mi gorda, quebrada, contándome todo con detalles de lo que sufrió, y me quería morir', dijo la madre.
El hombre acusado tiene 44 años y es hipoacúsico. Tras la denuncia de su ex pareja por los abusos, personal de la comisaría de Mariano Acosta lo detuvo, pero al cabo de tres horas fue liberado por orden judicial. 'El fiscal llamó a la comisaría y dijo que debían liberarlo, porque los abusos son de vieja data y había que seguir investigando. Una vergüenza. Mi hija fue clara con lo que contó, a pesar del miedo por las amenazas, porque este asqueroso le decía que si hablaba la iba a matar y prenderla fuego. Tiene sólo ocho años', dijo Amelia.
En ese relato que realizó la chiquita, su madre escuchó todo el horror que había padecido durante los últimos años. 'Me dijo que el padre aprovechaba cada vez que se quedaban solos, la llevaba a su cama, la desnudaba y le metía su coso ahí abajo. Así me lo contó. Yo casi me muero cuando la escuché. Ella no quería hablar, tenía pánico, pero de a poquito logré que me cuente. Me dijo que la primera vez que ocurrió fue cuando fui a tener a mi segunda hija. Es decir que esto pasa desde hace muchos años', expresó la mujer.
Amelia es empleada de la Municipalidad de Merlo, y desde que hizo la denuncia está viviendo un infierno de amenazas. 'Nadie me escucha. Ya fui a todos lados. Los únicos que hicieron algo fueron de la Secretaría de la Mujer. Y mi propia familia nos está protegiendo. Este hombre nos dice que nos va a matar, que nos va a enterrar por ahí. Es una pesadilla, nos llama por teléfono, se pasea por el barrio como quiere. Pedimos la orden de restricción perimetral, para que no se pueda acercar, pero no hay caso, a nadie parece importarle', señaló la mujer. 'Yo sé que si no hacen algo, viene por más. Porque no me perdona que haya ido a la justicia. Todos los estudios médicos y forenses dan positivo. La nena dijo la verdad. El tiene que estar preso, es una persona muy peligrosa, un depravado', cerró la mujer.
'Se quiebra porque tocó a su hermana'
eAmelia no tiene consuelo. Se quiebra en llanto cuando relata lo sucedido con su hija de 8 años, sin embargo su voz se mantiene firme y convincente al detallar la valentía de la pequeña que pudo romper el miedo y contar lo que padecía. No sólo eso, porque la chiquita se animó cuando el sujeto comenzó a abusar de la hermanita.
'Cuando me contaba todo, me dijo que no quería que la hermanita pase por lo mismo. Que ya la había abusado, con los dedos. Y que no quería eso', dijo Amelia. 'Ella se quiebra porque este monstruo empezó a tocar a su hermana. Admiro el espíritu que ella tuvo al poder contarme todo. Este salvaje llevaba a la más chiquita para que viera lo que le hacía a la más grande. Y mi gordita no lo soportó. Es una heroína. Yo le prometí que si me contaba, la iba a proteger de cualquier cosa. Y pido que me ayuden para meter preso a esta bestia. Ya me cansé de golpear puertas, de pedir que lo arresten o le pongan cerco perimetral', dijo.
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