La Cabaña funciona en General Lagos sobre el acceso a autopista
23/08/13 12:40 | Locales
Las sospechas volcadas en la víspera desde el gobierno municipal sobre la presunta paralización de la inversión en la extensión de la red por parte de Litoral Gas tienen un ejemplo clave. Ese parecer ser, precisamente, el caso de La Cabaña, empresa recuperada por sus trabajadores en 2007 y que tras un complejo período de supervivencia y adaptación comenzó un período de expansión como cooperativa. La firma está construyendo desde hace un lustro una nueva planta –la primera propia tras la quiebra y el remate en 2005 del inmueble de Balcarce 1046– en General Lagos. Pero el salto que significaría para los 36 socios dejar de alquilar el lugar que hoy ocupan a la par de ampliar la capacidad de producción encontró el escollo del gas. Aunque un gasoducto les pasa casi por la puerta, a no más de 20 metros, tener gas en la futura fábrica de lácteos les costaba hace unos tres años cerca de 400.000 pesos. Si ya esa cifra jaqueaba a la cooperativa –como a cualquier pequeña firma– el valor a hoy la haría naufragar: supera 1.200.000 pesos.
“En 2008 recién se estaban empezando a hacer los primeros movimientos de tierra, pero hicimos una nota a Litoral Gas. Queríamos saber qué íbamos a tener que hacer en un futuro. Pero ni se nos ocurrió que iba a ser tan complicado, si a 300 ó 400 metros tenemos la planta de Yomo”, relató Hernán Di Carlo, uno de los miembros de la cooperativa La Cabaña.
Desde entonces, la recuperada que elabora crema La Cabaña y las mantecas Inty, Lejanía y Rosaura, entre otros productos y marcas, avanzó en la construcción de la planta de General Lagos hasta tener un 70 por ciento concluida a hoy. Pero no pudo dar ningún paso concreto en cuanto al gas.
“Hicimos tres presentaciones. Litoral Gas nos pidió una estimación en cuanto al consumo y de la primera que hicimos bajamos a un 70 por ciento después y a un 50 por ciento en la última. Planificamos horarios y turnos de trabajo, cambio de una caldera por un termotanque para achicar, pero nada: la obra nos salía cada vez más cara”, lamentó el síndico de la cooperativa, Eduardo Ianni.
El vínculo entre La Cabaña y Litoral Gas siempre fue por notas, en las que la cooperativa iba presentando anteproyectos modificados para morigerar el consumo y la privatizada respondía con las obras complementarias que debían realizar en cada caso. “Está claro que si hubiéramos tenido la plata, hacíamos todo sin dudar. Ya estábamos agotados después de tantos conflictos y no queríamos saber nada con otro. Pero no podíamos”, se sinceraron desde la recuperada.
Con todo sin definir, La Cabaña participó en abril pasado de la edición 2013 de la Feria de la Alimentación Rosario. Allí se contactaron con el vicegobernador de la provincia, Jorge Henn, a quien le plantearon el problema. “Dijo que se iba a comunicar con nosotros. Y a los dos días nos llamaron”, cuentan desde la cooperativa, admitiendo que no pensaban que iba a ser así. El resultado de la gestión es un cambio formal en el anteproyecto, ya que no se trata de un emprendimiento nuevo, sino de un cliente actual de Litoral Gas. Así, lo que deje de consumir la planta de calle Balcarce lo consumirá General Lagos, sin que sea simultáneo: se trata de un traslado, que no requeriría –¿o no debería requerir?– de obras complementarias a cargo de La Cabaña.
El tema está aún sin resolverse y se suma a lo denunciado desde la Municipalidad de Rosario –aunque General Lagos es otra jurisdicción está en las mismas condiciones– sobre su poca capacidad de acción ante “una cuestión entre privados”.
Así lo había marcado en la víspera el secretario de Planeamiento, Pablo Barese, quien sin saberlo había descrito una situación general que es casi un calco del problema de La Cabaña: la exigencia a quienes soliciten el servicio de de “hacerse cargo de la extensión de la red”, y tomar a su cargo trabajos “que corresponden a la concesionaria”.
Fuente: El ciudadano web