Un vecino de la localidad de General Lagos
04/10/17 9:49 | Locales
Un vecino de la localidad dijo: “Yo lo conozco, está loco, y vive en una esquina”. Y era así, así parece, o así decían que parecía. La cuestión es que un episodio de General Lagos conmovió al barrio cuando, al parecer, un hombre acosador atacó a dos pobres niños en una de las esquinas de la localidad. El verdadero problema comienza al pretender recaudar información válida, que sea seria, para investigar el hecho.
La gente del pueblo siempre dice la verdad, de lo que sabe, de lo que cree que sabe, o de lo que le contaron que saben. Actualmente existen múltiples versiones del hecho, y hay muchas verdades detrás del siniestro.
Una señora muy conocida, una vecina, asentó su testimonio en cámara, declarando que había visto al hombre varias veces, que estaba desnudo, que tenía una cicatriz en el rostro, y que llevaba un parche, como de pirata. Al parecer los niños se habían burlado de él, infantilmente.
Mientras contaba esto, pasaba otra señora, más grande que la anterior, que circulaba para dirigirse al almacén, y escuchando el testimonio de la vecina anterior, se sumó a la charla, haciendo sus importantes aportes.
En su versión, decía: “Si, yo lo ví, tenía una pata de palo o algo así, porque estaba medio rengo”, y luego, demostrando algo de fingida preocupación, agregó: “Los chicos estaban ahí, porque se le fue la pelota, y querían buscarla”. El periodista del pueblo quedó complacido
Ya estaba por cerrarse el caso, pero con la gente no es tan simple la cuestión. Un vecino de la localidad, algo cansado, harto de que se hable tanto del caso, explicó la cuestión.
Al parecer, el señor acosador había salido desnudo porque estaba drogado. Dijo, “Ahí se venden drogas, mi vecino lo vió, si no, ¿quién lo mantiene a ese señor, si no trabaja?”. Después, un vendedor de la localidad, que siempre recorre sus calles, llevando sus verdades al pueblo, dijo que en realidad el hombre vive en un bunker, y que es por eso que nadie se le arrima, porque encima de degenerado, está drogado, y tiene mucho poder. Luego, otra vecina salió de su domicilio, teniendo una bolsita en su mano, y habiendo escuchado por la ventana de su domicilio la conversación, no pudo evitar meterse a discurrir, inventando como excusa que tenía que comprar mercadería. Su testimonio es corto, no muy complicado: “El hombre no salió con un cuchillo, sino con una pistola, porque vende armas, todo el mundo lo sabe”
Nadie conoce, además, en este caso alarmante, el nombre de la persona, quién, al parecer, luego de pasado el hecho horrible, desapareció, como se esfuma la neblina. Un misterio en verdad. Respecto a esto, en una peluquería local, mientras un vecino se cortaba el pelo, sentados dos o tres personas más, escuchaban y opinaban. Claramente, ¿Qué no se habrá dicho en ese lugar aquella tarde?; el peluquero esbozó una sonrisa cuando escuchó, de la boca de uno que estaba detrás, que él conocía a la persona, porque era remisero, e iba siempre en un auto rojo.
Mientras, el que estaba sentado en la silla del peluquero, asentía con la cabeza, diciendo: “Si, ese, sí, el que sale en pelotas a recibir a la gente”. Y de atrás, una voz de alguien que no se sabía bien donde estaba dijo: “Si, ese mismo, el que está siempre contando plata, y que trabaja de noche, haciendo cosas misteriosas que nadie sospecha”
En cuanto a las redes sociales, el periodista local, desconcertado y muy preocupado por llegar a la verdad del hecho en cuestión, leyendo los comentarios en su perfil de Facebook, en donde medio pueblo comentaba la noticia que había publicado, encontró muchas verdades de la gente de la localidad sobre el pueblo. Algunos decían que la denuncia la tuvieron que hacer reiteradas veces, porque al parecer los policías le tenían miedo a éste supuesto acosador, y esto estaba confirmado por la foto que puso el mismo periodista de un patrullero, capturada desde el mismo interior de un domicilio vecino, en donde los policías examinaban la casa del acusado, sin poder acercarse a menos de varios metros de distancia. Al parecer, más allá de qué tan inepta sea la policía de aquí, el hombre era extremadamente peligroso, porque estaba en la droga y le gustaba acosar menores.
Luego se aclaró el asunto, y la persona reapareció, pero tiene una boina tipo gaucho, y se operó la nariz, y el rostro, porque se volvió metro sexual.
La gente no conoce límites a la hora de llegar a la verdad.
Un vecino de la localidad
