Día mundial de la Diabetes
14/11/18 9:14 | Locales
2 años atrás no teníamos en cuenta el 14 de noviembre, creo que ni sabíamos que se celebraba. Desde hace 2 años sabemos que se celebra el Día Mundial de la Diabetes, igual como papas nos gusta más pensar en: 14 DE NOVIEMBRE DÍA MUNDIAL DE LAS PERSONAS CON DIABETES. Celebramos por cada persona con diabetes, que lucha cada día por combatirla.
Hace 2 años que nos convertimos en cuidadores de sueños, sueños que seguro nuestra hija va a cumplir.
Cualquier papa siempre protege, siempre busca que su hijo sea feliz. Hay papas que además debemos cuidar, debemos asegurarnos que ellos puedan seguir.
Somos dos papas que ingresamos en este nuevo mundo, de muchos pinchazos y mediciones, de contar carbohidratos, de pensar en meriendas, en hipoglucemias tan temidas o hiperglucemias. Y nos preguntamos POR QUE?, porque a ella …. Y entonces empezás a investigar, a aprender, a Preocuparte además de Ocuparte, y a veces te culpas, decís que hice mal…, si comía sano, hacia deporte, no hay antecedentes familiares… y esa respuesta cambia después de un tiempo, un tiempo donde se procesa la noticia, donde comprendes y aceptas, aceptas que esta Dulce Condición entro a nuestras vidas, a la vida de nuestra hija y va a estar ahí para SIEMPRE.
Si me preguntan ahora después de 2 años, puedo responder que nunca hubiera deseado que entrara en nuestra vida y sin embargo lo hizo por alguna razón, a mí personalmente me inspiro para hacer una diferencia, tratar de hacer un pequeño cambio en este mundo, aprender, para después poder enseñar a otros y en Emi, esa pequeña gran luchadora, en esa genia como le decimos… que se pincha, se mide, se deja cuidar… la convirtió en un ser que arremete con todo, ella es quien a pesar de todo salió beneficiada, ella inspira todos los días a seguir, no afloja y si se siente mal no afloja y pide ayuda y no afloja, continúa su vida como la de cualquier niño que no padece esta condición. Cuando le preguntan ¿porque te pinchas, te duele?... ella contesta: “SI, DUELE, PERO SOLO TENGO DIABETES”.
Nosotros como papas nos dimos cuenta que podíamos enfrentar todo de la mejor forma posible, cuando su Doctor se presentó y comenzó a contarle que era lo que le estaba pasando a su cuerpito de 6 años y que esto sucedería el resto de su vida, todos los días, que no había descanso, que su diabetes no se toma vacaciones. Ella con su vocecita pregunto: ¿Dr. esto es contagioso…? Y él con una sonrisa le respondió: NO, en ese momento la carita de Emi cambio, vaya a saber uno, que se imaginaba ella de esa nueva palabra: DIABETES. Empezamos en ese momento, a ver diferente a esta nueva amiga que iba a convivir con ella siempre, a toda hora y por toda su vida.
Como mamá a veces intentas no hacerlo, pero te pasas una buena parte de tu tiempo pensando en su diabetes. Es una de las primeras cosas que pienso cuando me levanto por la mañana y por lo general lo último que pienso cuando me voy a dormir por la noche… ¿le alcanzara lo que comió, le dará un bajón, se despertara si esta baja, podrá avisarme si se siente mal? Frecuentemente me
despierto varias veces en la madrugada para medir sus niveles de glucosa. En realidad, no puedo recordar la última noche que dormimos durante toda la noche.
Y sin embargo, nuestra familia aprendió a hacerle frente a este desafío y a otros más, siempre los superamos y si me dejan opinar … nunca hubiera querido conocerla, pero acá estamos los 3 juntos peleándola, nos hicimos resistentes y vamos a enseñarle a nuestra hija que este diagnostico no le va a ganar, le enseñamos que podemos adaptarnos y que se puede seguir.
Los pilares de nuestra vida cambiaron, aprendimos que todo puede corregirse, a un nivel alto lo bajamos con insulina, a un bajón lo corregimos con un juguito, un terrón de azúcar, o un alfajor. Aprendimos que siempre hay que tener meriendas listas, cereales, fruta, los glucómetros a mano, las tiritas reactivas, las insulinas en las cartucheras y los rescates: en las mochilas, los bolsos de mamá, en el auto de papá, las mesitas de luz, en las piezas, en la cocina, muchas cosas nuevas que ya las hicimos muy propias.
Y a veces me preguntan ¿Emi bien? Si , respondemos, es difícil explicar que la situación es cambiante, que puede tener mediciones excelentes durante la mañana y comer algo en la escuela y llegar alta al mediodía, corregirse y salir a andar en bici y tener un bajón de glucosa y sentirse tan mal que no puede ni hablar. No podemos explicar que la hormona del crecimiento hace de las suyas, que su humor hace de las suyas y que cada día es diferente, que cada rato es diferente. A veces es difícil explicar las situaciones que vive su cuerpito de 8 años en 24 hs. Por eso decimos ella está bien y así es, ella, está bien
ELLA ESTA SANA…. SOLO TIENE DIABETES
Debora Schneider