Emanuel Nucci, entrenador
19/02/20 19:24 | Locales
Hace prácticamente un mes y medio que se está desarrollando la pretemporada de futbol de la primera División del Club Libertad. Quién está a cargo como entrenador es Emanuel Nucci, un ya reconocido vecino histórico de la localidad, que ha demostrado a cad
a ocasión que ama al Club, trabajando por años desinteresadamente para llevarlo a buen puerto.
Como señaló Emanuel, están conformes porque se anotaron muchos jugadores locales, y a eso era a lo que se apuntaba, al intentar darle lugar a los talentos propios: la mayoría, exceptuando cuatro que son de afuera de General Lagos. En palabras del mismo entrenador: “El hecho de que tengan una camiseta local puesta, de su Club, de su barrio, de su pueblo, hace que sientan las cosas de otra manera, con otra pasión, y es un plus a la hora de jugar”.
Además de una parte reservada a un trabajo de entrenamiento físico intensivo, está la parte técnica y estratégica, con trabajos con pelota y ejercicios prácticos. Comprometidos, entrenando, serios. Están enchufados, con buenos jugadores y un equipo bien armado: “Siempre hacemos hincapié en eso, en formar un buen grupo. El resto es todo trabajo duro, esa es la base. Todo requiere esfuerzo, y eso ya lo saben, que si ellos trabajan lo hacemos en grupo y seriamente, y así llegaremos lejos. El primer objetivo siempre es meternos dentro de los primeros, es decir, clasificar. Después se verá, pasada esa instancia, en el mano a mano, entre dos, a donde queremos y podemos llegar”.
Emanuel Nucci lleva diez años de una labor intensiva, impulsado por su propia pasión y por ser el equipo de su pueblo querido. Para él es algo así como su segundo hogar: “Lo disfruto, y me apasiona, el futbol el estar con los chicos, y el contribuir al desarrollo y crecimiento del deporte local. La verdad es que se formó un grupo hermoso, y todos se conocen”.
Finalmente recordó que los jugadores necesitan el aliento de las personas que los van a apoyar y que los siguen y los apoyan, en la cancha y fuera, en las buenas y en las malas.
Andrés Vallasciani