Captura de pantalla
29/03/20 12:37 | Locales
En General Lagos se realizó una misa a puertas cerradas, por causa de público conocimiento. Fue ofrecida por los ancianos, especialmente residentes de geriátricos, y en particular por los abuelos del hogar de Celestina, en la localidad. También para que crezca la solidaridad en la comunidad y en el pueblo, para lograr ayudar a quienes más lo necesitan. Además por todos los enfermos del Coronavirus.
El padre Juan José Capitanelli, quién presidió la misa, expresó en la homilía las siguientes palabras: “En este quinto domingo del tiempo de cuaresma, en esta manera tan particular en la que estamos celebrando misa, creo que es muy importante sentirnos cercanos de esta manera, con lo más grande que tenemos los cristianos, que es la eucaristía. Nos unimos para pedir hoy por todos los que en el mundo entero padecen esta enfermadas, el coronavirus, por las familias, por los fallecidos, y también pedimos por intercesión de María y de San José, para que Dios proteja a todos los pueblos, y a este mismo. Todos debemos ser concientes y cuidarnos solidariamente entre nosotros. La palabra de Dios nos cuenta hoy sobre Lázaro, y me interesa que nos detengamos en el gran poder de esta palabra de Jesús, que lo llama con fuerza, para que reviva el muerto desde el sepulcro. No saca ahí a un muerto, sino a un vivo, alguien que camina, para que retorne a su vida normal. Y esto es lo que Jesús quiere hacer también con nosotros, en este tiempo de cuaresma, que nos prepara para la pascua, el paso de la muerte a la vida. Para eso, el señor quiere sacar de nuestro corazón y de nuestra vida todo lo mejor que tenemos. Quizás la cuaresma nos recuerda que hay cosas adormecidas en nosotros, en actitudes sencillas de nuestra vida; tal vez nuestra paciencia, nuestra luz, nuestra alegría o nuestra capacidad de amar. A veces las cosas van pasando y se quedan a nosotros, se fijan, opacando lo bueno. Jesús quiere sacar eso de nosotros, para que brille lo bueno que hay en nuestro corazón, y que a veces perdemos de vista. Pidámosle que nos dejemos ayudar por él, para que nos ayude a sacar, con la fuerza de su poder, lo mejor que hay en nosotros. Lo pedimos por intercesión de Santa María y de San José”.
Andrés Vallasciani