Guillermo Whpei
23/04/20 14:24 | Locales
El presidente de “Fundación para la democracia”, Guillermo Whpei, comentó que realiza una tarea verdaderamente loable, que tiene que ver con la solidaridad. Una tarea titánica y noble. En una entrevista realizada para “Diario de la mañana”, nos contó bien cómo se compone esta deslumbrante idea: “Es nuevo para todos. Una nueva manera de comunicarnos, de ver la vida, de entender y valorar lo que realmente importa, en nuestras raíces, cosas que a veces en el trajín de lo cotidiano, olvidamos, porque tomamos cosas que no podemos abarcar. El acto solidario florece precisamente en estos momentos críticos, y por eso vemos aquí una gran oportunidad como para ayudar”.
Este gran abrazo solidario también llega a la localidad de General Lagos, como es el caso del Cottolengo Don Orione, quién se ve muy bien gratificado, que recibió barbijos confeccionados como donación: “La idea es confeccionar dos tipos de barbijos, unos más para uso profesional, el otro, el de uso diario, exigido hoy a todo ciudadano que transita. El Cottolengo necesitaba esto y lo pudimos conseguir, y para nosotros es un orgullo, el hacerlos y entregarlos, como un acto de amor. No conocíamos la institución, pero ahora sabemos que nos necesitan. Es nuestra función como ciudadanos, y como parte de la sociedad”.
Hay que destacar que el museo de la fundación está considerado como uno de los más importantes del mundo, en cuanto a la temática, que es la democracia. Ha tenido por suerte un éxito muy grande en la comunidad, por su lucha contra la explotación y la esclavitud, que es una de los mayores flagelos y errores de la humanidad: “Una cultura de paz es determinante para el crecimiento social, y no podemos darle la espalda a los que nos necesitan, menos en estos momentos”.
Guillermo comentó además, que esto no va a terminar aquí, sino que se seguirán confeccionando en cantidades, sumando voluntarios, para entregarlos a los diferentes municipios, porque estar cerca del estado, es estar cerca de la gente.
Agradeció a los voluntarios que funcionan de manera invisible y que son el motor de todo esto, y que generalmente nunca son reconocidos. Mientras “La torta esté mal repartida”, y las riquezas estén cada vez más concentradas, las cosas nunca marcharán de forma correcta. Unos no pueden contar lo que tienen, otros no pueden contar nada. El 1% de la población concentra el 99% de la riqueza mundial. Es un hecho realmente alarmante, que indigna y duele. Es absolutamente obsceno. Básicamente, es un crimen de lesa humanidad.
Esta es, sorprendentemente, la mirada de un empresario. Esto derriba el prejuicio tan común del empresario despiadado que sólo busca el rédito, en base al rendimiento y al dinero que genera, sin importarle la humanidad o el bienestar real del otro: “El empresario, en realidad, no es el que busca el rédito y el rendimiento, sino el que destina recursos de manera eficiente, para el cumplimiento de un objetivo. En la idea común, son como estrellas de Rock, que usan si le sirve a alguien, y si no lo echan. Finalmente, en sus palabras, todos deberíamos recordar más sus palabras, tanto en grandes ámbitos internacionales, como en una relación concreta y mínima de personas comunes: “Es el comienzo de toda relación sana, porque siempre tenemos que estar cerca del que más sufre, porque el otro existe, y al descubrirlo, tu vida cambia. Ahí está el sentido de todo”.
Andrés Vallasciani