Finalmente se pudo destinar la ayuda
05/09/20 18:29 | Locales
Un grupo de héroes ya reconocidos de General Lagos, pertenecientes a la filial de Newell’s “Roberto Sensini”, se habían propuesto, contra viento y marea, ayudar, sin otra finalidad más que ser simplemente solidarios, sin obtener ningún beneficio a cambio.
El plan era simple, pero requería de mucho trabajo: tres lanchas partirían a las 8 A.M para la isla, con la intención de llevar cosas indispensables para la subsistencia a la gente que habita allí. Las autoridades del lugar comenzaron a objetar el movimiento, debido a la cuarentena. Al final, solo autorizaron dos, y debido a la demora y a la mala predisposición, pudieron partir a la isla recién a las 13:00 Hs, después de muchas idas y vueltas.
“No íbamos a pescar, pensábamos llevarle setenta bolsones a la gente de la isla, que realmente lo necesita”, expresó Diego Rodríguez, referente de la filial y uno de los organizadores: “Al dirigirnos a la bajada Rimoldi, desde donde partíamos, nos dijeron que no teníamos autorización para navegar. Nosotros habíamos hablado con prefectura naval, pero justo anoche, nuestro querido gobernador provincial Omar Perotti, emitió la vuelta atrás de fase. Volvimos a dirigirnos a prefectura, mandamos mails, y estuvimos desde las 7 de la mañana, y no nos dejaron. No vamos a pasear, ni a pescar. Íbamos y veníamos, y los isleños nos esperaban. Por la linda burocracia no pudimos cruzar, y después de recaudar tanto para esto, y de la colaboración de tantos vecinos y vecinas. Se jodieron en nosotros”.
Alimentos perecederos y no perecederos, golosinas para los niños. Diego y compañía hace desde el día del niño que vienen con una labor incansable para brindarle ayuda a los más necesitados. Desde entonces, nunca han dejado de moverse, de pedir, de gestionar y conseguir cosas, y de pagar de su tiempo y bolsillo, para lograr sacar sonrisas y socorrer con alivio a mucha gente: “Todo lo que nos donaron, no lo pudimos dar. Los perecederos los tuvimos que comprar. No sabemos si esto podemos hacerlo mañana, o hasta dentro de quince días. Nos desayunamos con esto- Acá hay leche, verdura, cosas que se descomponen. Estamos cruzando a llevarle cosas a la gente, por lo que tuvimos que pedir hasta las lanchas, que gentilmente nos prestaron. Intentaremos destrabar toda esta asquerosa burocracia en la que estamos sumergidos. La bronca y la indignación mía, es que la gente la está pasando realmente mal. Niños con hambre. Esperábamos poder ayudar a todos. No es solo un ranchito y volver. Los que están sentados con comida y sueldo, la hacen fácil, porque se sientan e imparten directivas, bloqueando y trabando toda actividad”.
Comida y agua, eso es todo lo que se esperaba llevar Diego y sus compañeros. No iban a pescar, no iban a pasear, no iban a visitar a nadie, ni llevaban un muerto. Como se sabe, hay mucha gente en esta movida, porque implica un enorme trabajo, de recopilación, selección, compra, pedidos, embolsado y demás. Esto no se arma de la noche a la mañana. Todo eso debido a la mala predisposición de un grupo de gente, a la que seguramente no le falta comida, techo o trabajo. Burocracia, lisa y llanamente. Una total y completa falta de humanidad. Y lo peor puede aún estar por venir, porque si se llegar a tirar algo hoy, sería algo obsceno, casi pornográfico, con la situación en la que vivimos inmersos todos, especialmente los que más necesitan. Como si esto fuese poco, Vecinos de Rimoldi pensaron que los de la filial, que defendían a capa y espada el hecho de tener que ayudar a otros seres humanos en situación de desventaja, eran personas comunes que iban a pasear y a “boludear”, deduciéndolo por verlos con la camiseta de Newell’s puesta. Realizaron hasta denuncias a el CAU de Pueblo Esther y les sacaron fotos, pensando que estaban violando la sagrada cuarentena. Mil y un requisitos para ayudar. Falta de empatía. Un muro que separa a los que más necesitan de los que están mejor. Una odisea la solidaridad. Luchar contra molinos de viento y remar contra la corriente, Pero lo más importante: el amor pudo más, a pesar de las trabas burocráticas de un sistema a punto de colapsar y los mil y un escollos, parte de los integrantes de la filial de Nob de general Lagos, partieron hacia las islas para repartir las donaciones. Esto, sin lugar a dudas, convierte a los que lo lograron en héroes, y esto sirve para visibilizar aún más la acción porque tuvieron que sortear varios obstáculos y lograr este gran cometido solidario.
Andrés Vallasciani