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16/10/20 14:30 | Locales
Thelma Alegre denunció a través del portal Notilagos que no está recibiendo medicamentos por parte de Pami, ya pasados ocho meses desde que se tuvo que operar de urgencia del Colon, porque de lo contrario fallecía. El cáncer ya había atravesado varias capas del intestino, y ya estaba desparramándose. Además, padece diabetes.
En una nota que concedió hace unos días había expuesto: “Antes me traían bolsitas, a veces donaciones, de gente que no las necesitaba más, o que les iban quedando del año del ñaupa. Ahora no me traen más nada, y tampoco tengo para comprarlo. ¿Qué tengo que hacer? Sobrevivo con porquerías y me dan vueltas para mandarme algo. Tengo todo irritado, porque tengo que usar las cintas esas, y si no tiene los aros y el encaje no sirve. ¿Cómo hago? Apenas voy de cuerpo ensucio todo, porque estas bolsitas se pegan todas”
En la misma nota, su hija mencionó que los responsables son “estos que no se mueven. Le están cortando a cada rato la quimio, y le piden un montón de estudios, porque es como si no le creyeran que tiene cáncer, y es una vergüenza esto, sabiendo la operación que tiene y los estudios, junto con la epicrisis. A raíz de toda esta injusticia, es muy inhumano lo que está viviendo. Está nerviosa, deprimida, y eso no es bueno para su enfermedad. Da asco, vergüenza y es horrible lo que están haciendo con los jubilados”.
Luego de la publicación, gracias a la solidaridad de los vecinos, en parte la realidad de Thelma cambió, y recibió las bolsitas que necesitaba y así lo reveló ella misma en Diario de la Mañana: “Es la segunda vez que recurro al medio, la primera vez que lo hice, la gente fue la que se solidarizó y en esta ocasión es nuevamente el vecino el que me saca de este profundo pozo, en el que todas las recetas que me dio la oncóloga están a punto de vencer, y todo se demora porque me piden papeles, papeles y más papeles, me están haciendo todo muy dificil”.
Luego subrayó: “El tratamiento que me indicaron era de 6 meses, y ya pasaron 8 por las interrupciones que tuvo debido a tanta burocracia. No podía interrumpirse y sin embargo lo fui llevando adelante de manera intermitente y así no es eficaz según palabras de los propios médicos”.
Este duro proceso, afectó anímicamente a esta vecina, quién confesó: “Estos últimos meses la estuve pasando muy mal, lo que atravieso no se lo deseo a nadie, es terrible lo que me toca vivir. Yo soy diabética, y sufrí irritación, ardor, y dolores que no me permitían ni siquiera dormir”.
Finalmente, dijo: “Me siento a la deriva, y sufro una sensación de abandono por parte del estado. Estuve muy deprimida, me la pasaba llorando porque me encontré con todas las puertas cerradas, y no encontré respuesta en ningún lado. Hoy mi situación mejoró porque, después de la última nota, vecinos de General Lagos me han ayudado mucho, me han rescatado de una situación inhumana en la que sentí el deseo de que Dios me lleve”.
Andrés Vallasciani
