Luciano Orellano
31/10/20 12:09 | Locales
Luciano Orellana vive en General Lagos y es colombófilo, es decir, que se dedica a la cría y adiestramiento de palomas para la competición en torneos diversos, incluso nacionales, este año por segunda vez consecutiva obtuvo el anillo de oro en Rosario Sud – Campeonato “Mixto 2020”con un puntaje de 1850.
El joven de General Lagos expresó: “Estoy muy contento por este nuevo logró, por segunda vez consecutiva en la línea mixta, ganando el anillo de oro a la mejor paloma, representando a nuestra localidad”.
En relacióna los cuidados a los que tuvieron que sujetarse por el contexto de pandemia, especificó: “Ingresamos de a uno, encanastamos y en ningún momento nos cruzamos con nadie, muy estricto todo en relación el protocolo”.
Luego reveló: “La paloma ganadora, a la que yo llamo la 812 es un macho que venía teniendo un buen desempeño. Ya había ganado una carrera en Concordia (Entre Rios) y obteniendo el anillo de oro luego de competir con grandes palomas”
En cuanto al entrenamiento expuso: “La veníamos preparando para esta carrera que empieza con 300 kilometros hasta 500, dándole un vareo diario de alrededor de una hora, y una alimentación especial. Gracias a esa preparación y a nuestros cuidados tan especiales, nos satisfizo con este premio para General Lagos”.
Orellana, también se tomó su tiempo para agradecer: “A mi familia, y especialmente a mi hija Priscila Orellana que me compaña en este hermoso deporte ayudándome a entrenar a las palomas, dándole lo que necesitan. También a la sociedad Rosario Sur donde hay grandes colombófilos que siempre están para ayudar”.
LA HISTORIA DE ESTA PASIÓN
En principio sólo era un pasatiempo y ahora es un deporte: “Comienza con palomas que me han dado, y de ahí he sacado pichones, para acostumbrarlos al palomar, y después se intenta que las palomas se orienten y vuelvan a su casa. Es un deporte nacional, y se hacen carreras hasta de 900 Kilómetros. La Paloma debe volver a su palomar, por lo que la paloma lleva un chip en la patita.
Hay una plataforma electrónica en la que se marca, indicando la hora en la que llegó qué paloma”.
El proceso, indicó Luciano, consiste en que a los dos meses, se pone a las palomas en la trampa del palomar, para que lo acaricien y en donde vea el techo. Luego de pichón se los larga, y comienzan a volar tipo mosquito: “Cuando tienen cierta edad se alejan. Se van alejando a los seis o siete meses, porque reconocen la zona. La paloma tiene que venir a su casa, al palomar. A veces se pierden, pero casi siempre no. Yo trato de largarlas todos los días, porque es como un deporte, como los atletas: hay que entrenarlas cada día”.
Este arte se aprende por experiencia. Y Luciano cuenta con más de 10 años de ella. No se estudia, y no hay escuela: “Comienza como un Hobby. Las palomas vuelan hasta 900 Kilómetros en una competición. Se aprende de los demás colombófilos, y se investiga la vacuna que llevan, los remedios que necesitan. Se les da una alimentación especial a las palomas, luego a la hora de competir llevan otra diferente. El veterinario viene a vacunarlas. El que no puede económicamente, consulta con otros que conocen el deporte y ellos te van guiando. Luego se va poniendo interesante”.
Luciano Orellana, colombófilo. Y tiene unas 100 palomas. Cuenta con un reproductor, que es de dónde saca los pichones, para pasarlos al volador, en donde las adultas con más experiencia le ayudan a los pichones, porque van en bandada. Así no se dispersan y vuelan de manera organizada. Un relato increíble y un deporte más que interesante. Felicitamos a Luciano porque no solamente entrena palomas, sino que también las cuida, llegando incluso hasta darle atención veterinaria profesional. Eso demuestra su amor por lo que hace, y la pasión que contiene.
Andrés Vallasciani
