Elsa Mercuri
24/11/20 12:34 | Locales
La causa judicial por el aberrante asesinato de Elsa Mercuri, de General Lagos, aún sigue en proceso, luego de aproximadamente haber transcurrido un año desde el lamentable suceso en que fue encontrada, luego de ser buscada desesperadamente por mucha gente.
Su familia aún no ha podido recibir su cuerpo, sus restos óseos, porque está sujeto a investigación. Su hija, Valeria Castro, explica claramente cómo vive esta dolorosa situación, en una entrevista que le realizó Claudio Ferreyra, para el medio periodístico digital Arroyo al Día: “Aún no nos han entregado sus restos, porque no pudieron cotejarlos con el ADN nuestro, porque aparentemente él le tiró algo para que no queden rastros y no poder reconocerlos. Nosotros pedimos que utilicen otro análisis. Algo debe haber. A casi un año de encontrarla no tenemos nada, y aún sigue. Él está preso con preventiva, pero no basta, porque mínimamente ella se merece que la enterremos como corresponde, para darle un descanso eterno digno, después de todo lo que pasó”
Valeria rompió en llanto, recordando lo vivido una vez más a través de los medios, y se lamentó por no haber puesto más atención a la situación que vivía su madre: “No pudimos hacer nada. No lo vimos venir, y lamentablemente vivimos esto que es un calvario. Toda la vida lo sufriremos, porque es algo que no se olvida. Yo soy la más entera, la que puedo salir a hablar, pero estamos todos destruidos. Es una lucha constante. Aunque se haga justicia, siempre habrá algo que nos quedará y que nada va a llenar. Lo peor es que es tu papá, que descubrís un día que no era lo que pensaste toda la vida que era. Pedimos la ayuda de todos, y cuando ya estaba listo, nos informan que no pueden realizar el ADN, y entonces volvemos otra vez de vuelta para atrás, a pesar de toda la ayuda que recibimos. Le realizaremos una misa, y hacemos todo lo posible para que tenga paz. No se merecía este desenlace, ni pasar por todo lo que pasó, y terminar de esta manera”.
Mientras más se avanza en la investigación, y a medida que los hijos se van enterando de lo que hizo su padre, y de cómo se comportaba fríamente con los vecinos y familiares, manipulando a todo el mundo durante ocho meses mientras al cuerpo de su esposa Elsa lo tenía escondido: “Era la persona que yo más amaba en el mundo. Él tuvo ocho meses para arrepentirse. Las pericias psicológicas no son necesarias. Era una persona que estaba contenida en la casa, pero nunca se arrepintió. Llevaba a su pareja a dormir a la casa, conviviendo mientras mi mamá estaba asesinada por él y escondida. No lo vi nunca más, y en mi vida me lo quiero volver a cruzar. Sé que está en Piñero. ¿Quién va a querer ir a verlo?”.
Si no se prueba que los restos pertenecen a Elsa Mónica Mercuri, por no poder cotejar el ADN, supondría un problema, pese a que confesó su marido ya confesó haber cometido el asesinato: “Sea como sea nos garantizaron que será reconocido. Lo que pasa es que la provincia tiene otro mecanismo para cotejo de ADN. Yo quiero que esto lo lleve la nación, que tiene tecnología más avanzada. Que ellos se hagan cargo. El juicio se puede extender a tres años, y yo no quiero que salga en libertad, porque la preventiva se pueda revocar, si bien nos garantizaron que la efectiva no es revocable, dudamos porque sabemos cómo es la justicia. Estamos en el Siglo XXI, y nos preguntamos cómo no reconocieron el cuerpo aún, a pesar de que sabemos que todo se demora por la pandemia”.
El momento fue impactante y a la vez desgarrador. Se recuerda como un sueño, porque aún parece muy duro considerar eso como si realmente hubiese sucedido. Y lo que todos y todas siempre pedimos, como no puede ser de otra manera, es una justicia más activa y ligera a la hora de resolver lo que tiene que dirimir.
Andrés Vallasciani