Claudia Persichini
02/01/21 10:45 | Locales
En épocas de fiestas, se hace visible una problemática siempre vigente: la utilización de la pirotecnia, y los efectos severos que esto causa en los animalitos, y también en seres humanos.
Claudia Persichini, una de las proteccionistas locales más activas, explicó que es un tema complicado, y que la verdad es que el uso de la pirotecnia no disminuyó, pese a que la pandemia debió habernos enseñado que cada cosa es parte de un todo, y que debemos aprender a respetar y a convivir: “Un ecosistema, que no solo daña a los animales, sino también a nosotros mismos. Y no lo entendemos. Está bien festejar, pero siempre hay que equilibrar y pensar en el otro. Claro que apuntamos a la pirotecnia cero. Si aun así la quieren usar, lo mejor sería que busquen un lugar apartado, para no perturbar ni molestar a nadie. Estamos en una etapa difícil, y no se pasa de un momento al otro con un simple cambio de año. Esto sigue, pero bueno, esperemos que no sea así y que no me equivoque”.
Claudia mencionó que su trabajo ahora apunta a intentar disminuir la cantidad de animalitos en el pueblo, controlando especialmente a las hembras y los machos chiquitos, de un año, porque si no, todo continúa igual: “En este sentido, el balance es negativo, porque en un pueblo chico, esperábamos menos cantidad de animalitos, pero no es así. Pero hay algo muy positivo, que es el acompañamiento de la comuna, y la incorporación de Mabel Videla, que realiza los controles, recoge las denuncias de la gente, habla e investiga. Esto ayuda mucho, una tarea muy útil, porque la gente toma conciencia con cosas como no dejar al animal solo al irse de vacaciones. También está el tema de algunas personas que buscan tener una mascotita cuando es chica porque les gusta, y de grande ya no les gusta tanto, y la empiezan a abandonar. Entonces quedan en la calle, todo feo, abandonados y hasta sin agua. Si no tiene agua no come, y a veces no se dan cuenta de eso. Necesita un tarro o algo con agua a disposición todo el día. Tampoco nos gusta que estén atados, ni que anden sueltos. Por eso, si no tienen patio cerrado, es mejor que no lo tengan, porque hay que respetarnos entre todos. Si molestamos al otro, no sirve”.
“Estamos”, prosiguió, “para evitar el sufrimiento. Pero no alcanza a veces. No es grato ver a un animalito sufriendo, o que están internados y no reaccionan. Es complicado, y a nivel nacional, dado que, según una estadística, hay veinte millones de perros callejeros a nivel país, y es mucho. La única forma de disminuir esto es con mucha conciencia y castración. Hace falta que siga insistiendo y que se siga asistiendo. Gracias a Dios, desde la comuna están muy comprometidos. Esperemos que este año sea mucho mejor en este aspecto, y más positivo en la pirotecnia, que también afecta el medio ambiente y con la conciencia en general”.
Andrés Vallasciani