Analía y su destreza
16/03/21 16:28 | Locales
Analía Luna es profesora de Educación Física, y una verdadera maestra y campeona de la disciplina del Taekwondo. Con muchos años de experiencia, luego de haber entrenado durante muchos años de la mano de verdaderos maestros, y de haber competido a niveles nacionales e internacionales, ahora tendrá la oportunidad de formar su propio espacio y de enseñar a alumnos propios, en la localidad de General Lagos. Ella narró cómo fueron sus orígenes, y cómo vive actualmente su relación apasionada con esta hermosa y popular disciplina:
“A los 12 años comencé en Pueblo Esther. Me gustaba ver cómo enseñaba el profe, y cómo los chicos se divertían, de todas las edades posibles. Yo probé, me gustó y estuve entrenando casi cuatro años acá. Pero sentí que lo mío era más que entrenar, y que me inclinaba hacia la competencia internacional. Decidí ir a Arroyo Seco, al salón dorado, en donde estaba el maestro Fermín Rodríguez, con quien entreno ya hace unos diez años, y que me enseñó el camino de la competencia, y de la disciplina. Él vio que podía dar mucho más, y empezamos a viajar, en lo nacional, provincial e internacional. Nos amoldamos, nos alineamos con la competencia nivel
Argentina, y comenzamos a viajar también al exterior. En una ocasión, me comenta si quiero viajar a Colombia: ese fue mi primer viaje internacional, y terminé logrando un tercer puesto en combate, con todos mis nervios. El segundo viaje, a Santiago del Estero, en el que quedé segunda, y pasé varias etapas de formas, y ahí también me empezó a gustar también esto. Luego, en un selectivo nacional, en Buenos Aires, participé decidida para clasificar. Quedé en los primeros puestos, así que comencé a prepararme para formar un grupo de competencia, y así fue surgiendo todo. Yo siempre tratando de pagar y de esforzarme, pero cada día quería más entrenarme, prepararme y participar en esta disciplina que me apasiona tanto. Tuve una buena participación y después al volver tuvimos un par de torneos más y quedamos en los primeros puestos”
Analía podrá dar un paso de gran importancia, ya dando clases por ella misma, con su propia escuela, en General Lagos. Ahora, luego de haberse recibido, finalmente puede avanzar con sus sueños: “El maestro Fermín Rodríguez me insistía hace años que inicie las clases, pero yo no podía porque estaba estudiando el profesorado de Educación Física, y a eso se le sumaban otras actividades. No tomaba la iniciativa. “Ahora me ofrecieron el poder dar en General Lagos, y como yo terminé la carrera de Educación Física, me considero capacitada como para enseñar. Este es un gran paso para la docencia y para mi carrera”
El Taekwondo tiene muchísimos beneficios, en lo físico, pero también en lo espiritual y mental. Injustamente, se suele asociar a la violencia física y a la brutalidad, pero en realidad es todo lo contrario: “Hay que transmitir sabiduría, autocontrol, y todo lo que significa el Taekwondo, con todos sus pasos, porque no se trata solo de enseñar a patear y a tirar puños, sino que contiene todo un proceso y una gran disciplina demás. Ayuda mucho a crear una personalidad, y a demostrar que no es un deporte de violencia, sino que, por el contrario, nos rige el camino del espíritu indomable, de la sabiduría y de la no violencia innecesaria”.
Finalmente, recordó que otra cosa sumamente positiva del Taekwondo es la compañía con la que uno se encuentra, y los sólidos lazos que se logran con los demás compañeros: “Formas un lindo grupo que apoya siempre a cada uno y eso empuja mucho para adelante, con algo tan bonito como el Taekwondo, con los hábitos tan sanos que se van generando, como llevar siempre el traje planchado, limpio, el cabello arreglado, saludar al entrar al dojang, y al salir también y el pedir permiso. El respeto, la confianza en uno y la autodeterminación. Te prepara para una vida sana y saludable”.
Analía Luna, sin lugar a dudas, una campeona, del Taekwondo y de la vida, porque ha sabido encontrar la valentía y la determinación para nunca ceder al buscar sus sueños, y para crecer, formarse, enseñar y transmitir todo aquello que aprendió con mucho esfuerzo y sacrificio, material, físico y espiritual.
Muchos éxitos y a seguir creciendo y formando campeones.
Andres Vallasciani
