Ana Paula Scarpecci, Psicóloga
20/03/21 19:56 | Locales
La psicóloga Ana Paula Scarpecci, analizó las consecuencias de la pandemia a nivel psicológico, a un año de la declaración de la cuarentena obligatoria. Si bien señaló que no se puede hablar aún de los efectos que ha dejado, dado que la cuarentena aún continúa con los cuidados pertinentes, sí se pueden analizar las marcas que ha dejado en cuanto a la conexión con el otro, en lo que somos como personas y en cuanto a la subjetividad:
“El estar lejos de los afectos, el aislamiento, el no poder trabajar, o el hacerlo de manera diferente, también el cuidado de la familia y de los hijos en casa, nos afectó sin dudas. En general lo que vemos es que hay muchas situaciones de desesperación, de ansiedad, de falta de recursos para afrontar esta situación extrema que tuvimos que vivir. El sujeto se enfrenta a una realidad diferente, y esto se refleja en cuestiones que se mueven dentro de uno, que tienen que ver con el acompañamiento, con el tiempo que uno pasa encerrado en un núcleo chico de personas. A veces gente con recursos para una vida social activa, se encontró con que no podía resolver algunas cuestiones, y otros tuvieron que cambiar sus maneras de resolver situaciones de la vida cotidiana”.
Ana Paula mencionó que hay que analizar el cómo se continúa, y el cómo se pide ayuda en los casos necesarios, repensando el estilo de vida que uno tiene, junto con los afectos, encuentros y vínculos, con el miedo que genera el volver a salir: “Desde la responsabilidad. Repensarse. Hay que cuidarse, pero tratar de no perder los vínculos, de mantenerlos, siempre con los debidos protocolos. En este aspecto, la tecnología, que ha sido otras veces tan nocivas, esta vez nos ayudó y nos sigue ayudando. Cómo volver a ponerle cuerpo a este vínculo social que tenemos con el otro. Esa es la cuestión. Desde la mirada, desde la escucha y desde gestos chiquitos que hay que tratar que no se pierda”
No solamente es una cuestión de voluntad, sino que también se necesita del otro, de la contención, de la comunicación, y a veces, de un profesional: “Muchas veces es el entorno el que te dice necesitás un profesional. Otras veces, un familiar, un amigo o retomar el trabajo o actividades físicas, al aire libre, con el sol o la naturaleza. Todo hace a nuestra salud mental. El miedo hace que nos sintamos responsables de lo que pueda pasarle al otro. Si nos vamos al extremo de quedarnos encerrados hasta que el virus desaparezca, perdemos algo elemental que es la conexión y la comunicación con el otro, en un entorno social. Hay que trabajarlo de a poco, para ir retomando vínculos que para uno son importantes de resolver”
Luego de tanto encierro, la ansiedad a veces ha llegado a niveles que no pueden manejarse, y definitivamente cambiaron un montón de cuestiones: “No es una ruptura, sino una continuidad. Hay que considerar qué debemos mantener y cómo sostener eso, de manera sana y expresando cuestiones que antes estaban claras y planificadas sobre una base de estabilidad. Este año esto no está pasando, porque no sabemos bien qué vendrá, y no tenemos certeza alguna de nada. Hay más dudas en realidad. Fue todo un año continuado, y la cabeza estalla. Hay que pensar que esto va a seguir, y entonces hay que ver cómo zanjamos este nuevo año, reorganizando la vida familiar, distribuyendo tareas de lo que será una vida acompañada, dependiendo de cada caso y situación particular”
Andres Vallasciani