Paula Hernandez y una comunidad fraternal
17/05/21 12:09 | Locales
El taller de Crochet en General Lagos sorprendió por su convocatoria. Con mucha gente que se acerco para aprender, y sin otro curso similar en la localidad, Paula Hernandez se animó, luego de estar planteándoselo y planificando durante años. Según sostuvo, no es un taller más de crochet, sino que se propone como idea principal es lograr formar como una comunidad, con apoyo mutuo de sus miembros, empalizando siempre con el otro, en un proyecto comunitario, y sin que haya ninguna estrella ni lugar privilegiado. Todos construyen por igual:
“Estamos trabajando juntas de manera amorosa”, explicó, “empezamos con lanaterapia, que nada tiene que ver con la terapia, porque no soy terapeuta, pero si Reikista. Queremos enfocarnos en las emociones y los pensamientos conforme vayamos avanzando. Esta semana trabajaremos la frustración y el enojo, mediante algún ejercicio, o algo que tenga que ver con el tejido, y hacerlo conciente, y ver qué nos enoja y qué nos frustra, y a su vez tratar de buscar y encontrar herramientas para salir de esa situación, que nos servirán para el día a día”
A través del tejido, se pretende hallar elementos que permitan repensar el día a día, en lo emocional, en lo físico y en lo mental. También se tocarán temas profundos: “Seguramente yo aprenderé más que ellas y como ellas, sanaré muchas cosas. Acá nada de esto sería posible sin su presencia, porque ellas son las verdaderas protagonistas acá. Si bien la mayoría se conocen, por ser del pueblo, esperamos poder retomar los vínculos, y tomando como excusa el Crochet. El primer encuentro fue maravilloso, por esas ganas de encontrarnos con otro y de reírnos. Iremos tocando diferentes temas con cada proyecto: amor propio, valorización, y a medida que se vayan presentando las situaciones, iremos planteando, desde el lado humano, de personas, de la empatía con el otro”, comentó
En lo comercial, como emprendimiento personal, muchas se animaron a ofrecer, a vender, y esa es la idea: “Que se independicen, que vendan algo, que produzcan, y que tengan una herramienta en lo económico siempre con el valor que tiene en estas comunidades”, expresó
Los cursos son quincenales, y se comparten en el Barrio “Las Huertas”, en el nuevo espacio, que es amplio, en donde se puede dar tranquilamente, porque está techado pero ventilado. Los cupos son hasta diez personas, y los días viernes ya están totalmente ocupados. Quedan dos lugares los sábados.
Cada vez se suma más y más gente a esta propuesta tan saludable y tan original de Paula Hernandez, que además es productiva. Y todo esta construido de manera mancomunada, solidaria y entre todas. No hay protagonistas en esta historia.
Vale la pena aprovechar este espacio mágico.
Andres Vallasciani
