Padre Javier Perelló
31/05/21 12:40 | Locales
El padre Javier Perelló Se hará cargo de la Iglesia San José. El obispo Monseñor Eduardo le ha pedido que acompañe a la comunidad en el servicio de atención pastoral. En este momento la comunidad está pasando un momento triste, dado que hace poco falleció el padre Juan José Capitanelli, quién residía allí. Esto exige un reacomodo repentino de todos, que se agrava por el hecho de la pandemia y la virtualidad, que impide el encuentro cara a cara y las reuniones presenciales.
«Somos conocidos, vecinos, y ahora nos toca un poquito acompañar a la iglesia San José de General Lagos», explicó el padre Perelló , «Un desafío, una alegría, el poder compartir esto con esta comunidad vecina, que tiene el mismo origen parroquial que Pueblo Esther. Esperemos seguir realizando un poco la labor que venía realizando en la comunidad. Lo más terrible es lo primero es que al llegar nos encontramos con que atraviesa un momento muy difícil, especialmente por el fallecimiento del padre Juan. La transición, el período de duelo, el desafío de encarar esto, pudiendo consolar, pero también continuando con el trabajo que nos encomendó Cristo. En este contexto, necesitamos valernos de los recursos tecnológicos, pero aún así el trato personal es sumamente necesario. Uno debe acompañar desde la cercanía, y esto es lo que vuelve complejo el panorama. Confiamos en que Dios ha querido esto así, y nos apoyamos en él y en su gracia»
«Siempre le pido a la comunidad rezar por mí», aseguró Javier, «para que pueda continuar con el trabajo que Dios quiere y poder estar con la gente y con la comunidad en sus necesidades. Antes se acostumbraba a que el párroco de Pueblo Esther se hiciera cargo de General Lagos y de Alvear, por lo que en este sentido hay experiencia en esto. Sin embargo, los vecinos de aquí ya se habían acostumbrado a contar con un sacerdote residiendo en la misma localidad. También hay movimientos actualmente en donde el laicado, es decir los fieles, va asumiendo muchas de las tareas del sacerdote, colaborando, tomando decisiones y sumando, y esto hace que el cuerpo se dinamice. La propuesta de iglesia abierta que sostiene muchas comunidades. Eso da una acción muy intensa y un compromiso más fuerte, porque cada una de las parroquias son casas de los fieles, para encuentro, recreación y para la misa. Hay una participación mancomunada. El sacerdote acompaña, orienta y guía, pero es un servidor más»
Las misas, hoy en día, son virtuales. Aún Así, el padre pudo ponerse en contacto con algunos de los servidores a cargo, como para familiarizarse y ponerse al tanto de todo. Con respecto a esto, explicó: «Los grupos de trabajo están muy bien organizados en esta comunidad. Eso facilitó y agilizó bastante las cosas. Ahora con mucha paciencia esperamos reunirnos manera virtual mientras tanto. Porque la distancia continúa y no se produce esa cercanía física, lo que vuelve más dura la incertidumbre ante la novedad».
Finalmente, mencionó que considera oportuno realizar las misas desde la misma iglesia de General Lagos, es decir, trasladándose a dicha localidad para poder grabarla y compartirla en vivo: «Esto da otra aproximación, otra seguridad. No es lo mismo grabar un video realizado desde donde estoy, a que me vean los fieles, comprometido, en su mismo lugar, celebrando. Eso habla de un vínculo más lindo. Es una obligación y hay que asumir este compromiso, aunque no tengamos el contacto directo, porque esto fortalece la identificación y la comunión espiritual. Ayuda con la soledad hoy en día»
El padre Javier Perelló ya conocía previamente la localidad, pero no tanto a su gente. y cómo el sostuvo sin dudarlo: «conocemos el lugar principalmente por su gente»
Bienvenido sea a la comunidad de General Lagos
Andres Vallasciani