Ana Paula Scarpecci, Psicóloga
03/06/21 12:01 | Locales
Ana Paula Scarpecci, psicóloga de General Lagos, habló sobre la educación sexual integral (ESI), que tantos debates y polémicas ha despertado en estos últimos tiempos. Según la experta, la controversialidad y el problema parte del desconocimiento y la ignorancia del asunto, y no sobre lo que realmente es. En el día del «Ni Una Menos», que hace referencia a los feminicidios, decidió explayarse sobre este tema:
«Tiene que ver con la construcción de una subjetividad saludable», explicó, «no tiene que ver ni con pornografía ni con inculcarle a los chicos algo diferente a lo que la familia le impone. Si el chico o la chica será diferente, no será por la educación sexual integral, que es desde el principio, un derecho para los chicos, porque no podemos elegir si se lo dan o se lo dan desde la escuela. Es la obligación de los padres brindarle esto»
Los sectores que están en contra, los que se oponen de manera vehemente, responden a la desinformación y a la mala difusión e interpretación, porque en realidad se trata de formar vínculos saludables, de que los sujetos puedan construir relaciones honestas y sin violencia: «Todo esto implica un cambio, porque si pensamos que hablamos de niños y niñas que vienen de una familia, que viene del maltrato, es muy difícil que puedan verbalizar eso. Todos saben que está mal, porque el maltratador o la maltratadora son plenamente conscientes de esto, pero por algo no pueden moverse de ese lugar. El niño o niña debe formarse para aprender esto, sin juzgar el lugar en el que está puesta la víctima en esta situaciones. Las capacitaciones son gratuitas, pero obviamente, hay docentes mucho más capacitados que otros. Todos estamos capacitados para hablar de confianza, de amor, de cuidado»
Lo principal es que los chicos si entienden, y son seres sexuados desde el momento en que nacen. La violencia se da en todos los ámbitos, y que alguien pueda poner un corte a esto y dar otro rumbo, es sumamente importante: «La cantidad de noviazgos adolescentes violentos que hay es impresionantes. Hay que empezar a hablar de esto y de educar, para prevenir y no lamentar. Hablar es la única manera de cambiar el pensamiento de todo esto, porque no es sólo la acción. Por ejemplo, en el caso de los femicidios, aún preguntamos qué hizo la víctima para merecer esto. Esto es lo que hay que cambiar, porque nada puede justificar esto».
Hay conceptos que se van ampliando. Obviamente, al más chico no se le va a dar la misma información en materia sexual que a un adolescente. Los contenidos son muy básicos, y pueden corroborarse de manera pública, por ejemplo, en las páginas de la provincial: «Qué es lo que se puede tocar, qué no del cuerpo del otro», prosiguió la psicóloga, «No olvidemos que el mayor número de abusadores infantiles está en la familia, y entonces, cómo no se van a oponer a que haya ESI. Cuando uno quiere mover algunas fichas, pasan estas cosas. Si uno vive con amor, va bien y mejor si se está educado en los vínculos saludables y de confianza. Lo que hay que desterrar son las prácticas violentas y eso llevará mucho tiempo, porque es un cambio ideológico».
El cambio en cuanto a la orientación sexual y a la identidad de género, también suscita muchas polémicas y genera muchísima resistencia, y esto es duro de entender, teniendo en cuenta que se trata de diversidad y de la aceptación del otro, sin juzgar. Hoy estos temas se discuten y se debaten: «Es parte de un recorrido, que antes era impensado. Muchas personas y hechos nos han allanado el camino de manera formidable, pero en base a eso, hay que seguir mencionando, discutiendo, hablando e informando. La educación sexual tiene que ver con algo integral, que integra lo afectivo, social, psicológico y sexual, y es amplio. Pero todo está adaptado a las necesidades de cada etapa» finalizó Ana Paula
Andres Vallasciani
