Ana Paula Scarpecci, Psicóloga
17/06/21 14:54 | Locales
Ana Paula Scarpecci, psicóloga de la localidad de General Lagos, analizó el problema de la ansiedad y de la angustia, una cuestión que tanto nos afecta de manera puntual en estos tiempos de Pandemia. En algún punto, ambos se entrelazan, pero la ansiedad tiene que ver con la forma en la que uno se conecta con el tiempo y con los demás, y la ansiedad se relaciona con el interior de uno, y con la situación de no poder manejar situaciones que se presentan.
“La ansiedad”, explicó, “se define como un estado de excitabilidad permanente, de avidez por un objeto, situación o por algo determinado. Perseguimos un ideal que no termina de aparecer nunca, y entonces cualquier objeto que uno encuentre para satisfacer esta necesidad, es perseguido con ansias. Cuando tenemos el objeto y perdemos interés, sentimos que no vale la pena. También cuando el ideal es inalcanzable. Es como una insatisfacción constante. El sujeto es sujeto de su época, y en este caso, lo es del consumo. Al no encontrar la satisfacción que le suponía que le vendía la publicidad por ejemplo, y caerá en la insatisfacción y en la decepción. Vivimos en un mundo en el que predomina este sujeto de consumo, no solamente de objetos, sino también de experiencias, que ya no resultan placenteras, porque al llegar ahí, hasta lo deseado, no lo podemos disfrutar. No hay algo del orden del deseo, sino de la inmediatez, y esto se produce por la gran demanda, como un niño que pasa por una habitación llena de juguetes, y ante la cantidad toma todos y no juega con ninguno. Y vivimos así, y esto se traduce en lo que nos va conformando como sujetos”.
Con respecto a la angustia, expuso: “puede pensar como un miedo a que algo suceda. Una preocupación por algo. Si bien es normal, natural y necesaria en nosotros, para alertarnos de algunas situaciones, cuando se vuelve muy profundo y prolongado en el tiempo es peligroso. En ese caso se requiere ayuda profesional. Hay una conexión entre la psiquis y el cuerpo, que es muy difícil de nombrar. Por ejemplo, si te avisan que un amigo tuvo un accidente, vos te angustias, con toda razón. Todos los sentimientos son necesarios e inherentes al ser humano, por mucho que se hable solo de ser feliz y de vivir a pleno. La felicidad no es un estado permanente, sino momentáneo, efímero y fugaz. Hay que saber disfrutar'.
El hecho de no poder obtener nada que nos ponga en una situación de disfrute, nos angustia profundamente. Si bien existen fármacos para combatir esto, sostuvo que es necesario agotar antes todas las posibilidades para llegar a esta instancia. Luego, explicó que lo contrario a la ansiedad es el quedarse y el poder detenerse en algo que genere placer: “La creatividad, el poder estar en un lugar y vivirlo bien. La droga ayuda, siempre con prescripción médica, pero hay que ver qué hay ahí detrás antes. La plenitud la encontrás al volverlo consciente. Podemos disfrutar mucho algo, pero al salir nos encontramos con algo feo y esa plenitud se va al tacho. No podemos pretender recetas mágicas ni un panorama color de rosa. Hay momentos buenos y malos, y la clave está en disfrutar procesos. Obviamente habrá momentos de angustia, desesperación y de bronca, pero lo que importa es intentar en otro momento calmarnos y disfrutar, aunque cuesta. Así podremos evitar los extremos negativos, y necesitamos pedir ayuda en estos casos”
Los seres humanos son organismo complejos, y también lo son estos tiempos en los que vivimos, en los que cada vez es más difícil vivir, por los cambios constantes y vertiginosos que se suceden de continuo, y también por las grandes crisis sociales y económicas que atravesamos todos. La angustia y la ansiedad están al pie de cañón, especialmente hoy en día.
Andres Vallasciani