Javier Perelló, sacerdote
11/07/21 11:44 | Locales
El padre Javier Perelló compartió otra homilía con la comunidad de la Iglesia San José de General Lagos, dirigida especialmente a los niños y niñas de catequesis. Referido al tema de la participación mutua y del equipo, el sermón explicó cuándo se necesita cooperación y de un otro como para poder llevar a cabo algo. Comparando esto con la situación de los juegos en equipo, señaló que en el evangelio Jesús les dijo a los discípulos que debían completar su tarea, colaborando con el reino de Dios:
“A los chicos les gusta jugar. Y en menor medida, a los grandes también. Un buen ejemplo de esto es el futbol, que se juega por equipos. Pero uno se puede preguntar, ¿Qué pasa si hacemos todos los preparativos para juntarnos a un partido, y preparo todo, dese la pelota hasta los arcos, y nadie se presenta y quedo solo? El partido entonces se termina, porque no está el otro. Esto se aplica a todos los juegos que necesitan ser compartidos. Aquí está la importancia del otro. Para las cosas de todos los días, es así. Y lo mismo sucede para las cosas de Dios. Si no está el otro, es muy difícil hacer, o hacer bien”
Jesús los mandaba de dos en dos. No solos, y esto porque antes les había hecho una promesa certera: “Donde haya dos o más reunidos en mi nombre, yo estoy ahí en medio de ustedes. Eso nos dice. Siempre está presente en estos casos. Les dice que no vayan con comida, plata, comida, regalos, mochila, ni nada por el estilo. Solo les dice que vayan de dos en dos. Siempre la misión de la iglesia es en comunidad con otro. Nunca solo, porque es aburrido e imposible, porque uno puede cansarse y volverse a su casa. No se comparte esa alegría o esa tristeza, según las cosas se vayan dando. La gente cuando vea que entre los dos vivimos esa enseñanza de Jesús, creerá más y nos va a ayudar. Todo empezó así. Con dos personas. La idea es esa, trabajar siempre en comunidad. Si vamos con otro y convencidos le hablamos de Jesús, vivimos los mandamientos y nos amamos, nos va a ayudar con sus bienes y seremos muchos. Unos con otros, eran amigos y se tenían entre sí. Así da mucho resultado, porque en medio de las cosas está él, unido a nosotros y al mensaje, para que no fracase”
Finalmente, el padre Javier recordó que el mundo no va a mejorar si no cooperamos y sobre todo, si no tenemos al otro para dar un mensaje de esperanza juntos: “Esa es la hermosa vocación a la que nos llama Jesús hoy. No necesitamos muchas cosas materiales, pero sí ayudarnos mutuamente y colaborar, para mejorar la situación del otro y para traernos alegría mutua. Tenemos que rezar por este país, por la unión y para que este mensaje de amor, unidad y esperanza alcance a todos”
Andres Vallasciani