Uno de los confirmados presentando el libro de la palabra
08/08/21 12:24 | Locales
En la iglesia San José de General Lagos hubo confirmaciones, y el padre Javier Perelló compartió con la comunidad una reflexión durante la homilía en esta jornada tan especial:
“Esta tarde tan especial, con la gracia especial de Dios, estos niños recibirán este sacramento, y hay que agradecer a los adultos que los acompañaron en este camino tan importante, y que han venido aquí hoy, acompañando. El testimonio que darán de su fe, comunión y caridad, que se verá reflejado. La pregunta es, que haremos luego de recibirlo. Porque ahí Ya no hay clases de catequesis, sino que está la vida misma, en un mundo que muchas veces necesita que nos amemos y nos comprendamos mucho más, como dice San Pablo en la segunda lectura, de no enfadar al Espíritu Santo, sin enfadarse, sin agredir. Esto exige mucho sacrificio en cada día, y es no solo para uno mismo, sino para enriquecer la vida de los demás. Debemos dar frutos, y no es nada fácil”
El sacerdote prosiguió mencionando la primera lectura, en el momento en que el profeta Elias, perseguido, piensa en darse por vencido y abandonar, y entonces tuvo la aparición del ángel del señor, que le dio de comer y de beber: “Esto suele pasar, cuando pensamos que las cosas no van. Todos experimentamos esto en la vida, sobre todo cuando no vemos frutos. Dios nos alimenta y nos da de beber, y hace eso con nosotros para que permanezcamos en el buen camino, en el buen obrar, y también para que en pequeños detalles, ayudemos a esa gente que muchas veces se quiere dar por vencida, y triste, y siente que se quiera morir. Hay que llevarle aliento, alimento, asistencia. Quizás estén, quienes nos necesitan, dentro de nuestra casa, bajo nuestro mismo techo. Que no muera, que no se abandone. El sufrimiento necesita de nuestra cercanía, nuestro abrazo, nuestra compañía. Y eso recibimos en la confirmación, el espíritu para poder seguir haciendo buenas obras”
Luego, recordó que Jesús se desangra por nosotros, y que hace lo posible para que no nos falte comida ni bebida: “Ese pan vivo bajado del cielo, está para que sus hijos no abandonen y mueran, pero también para que nos comportemos de la misma manera con la comunidad. Ojala que la comunidad de General Lagos transite en este mismo sentido, Lo importante es que llevemos a Dios a todos los lugares en donde estamos, y a donde vayamos, él estará presente entre nosotros”.
Que el señor nos regale a todos esta hermosa gracia, para poder vivir sanamente en comunidad, siempre creciendo con un corazón grande y un espíritu renovado.
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